lunes, marzo 12, 2007

Sin intenciones de agitar a Kerouac, pero este es el fin del road.

Última entrada


C repara en el fondo de pantalla, Se ve bonita, me dice, es fotogénica; Un director de cine me preguntó una vez qué actriz francesa era pero tuve que decirle que era mi esposa, respondí. Y continuamos trabajando.

Mi primo se acuerda del día en que fotografié la secuencia de M durmiendo, recuerda por qué tomé la foto tan comentada.

Porque es bonita, dice mi primo menor. Siempre ha sido bonita...

Es y será.
El amor tiende a la inmortalidad.


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EN FIN,
CAEN LAS CORTINAS.
SE ENCIENDEN LAS LUCES.
LA MÚSICA SE APAGA.

ES EL CIERRE DE LA CONTRATAPA.
EL PUNTO FINAL QUE LIBERA AL AUTOR DE SU CREACIÓN PARA QUE ÉSTA SE SIGA CREANDO.

GRACIAS A QUIENES SIGUIERON EL BLOG.
LEER REQUIERE PACIENCIA.
GRACIAS A QUIENES LO VISITABAN CASUALMENTE.
Y DISCULPAS A QUIEN HAYA INGRESADO RECIÉN PARA ENTERARSE QUE AQUÍ QUEDAN MIS PALABRAS, EN SU FINAL MÁS DIGNO, Y DISPUESTAS PARA SER VISITADAS DESDE HOY AL PASADO, AL DÍA EXACTO EN QUE DECIDÍ COMENZAR UN BLOG.

Y AHORA HE DECIDIDO, PARA BIEN, CERRARLO (AL MENOS UN BUEN TIEMPO).

SALUD, CHALLAS, Y BUENAS VIBRAS.

CORDIALMENTE,

El Autor que Huye.

sábado, marzo 10, 2007

No exija explicaciones, señor Cóndor sin alas.

Soñó que podía volar. Hacia arriba, hacia abajo, girar, caer en picada, estar a medio metro del suelo flotando y moviéndose a gran velocidad.
Había un tren en su sueño. El paisaje era campestre, rural, europeo. La máquina avanzaba por los gastados rieles y él se acercaba a la ventana a saludar a los pasmados viajeros.
Entre ellos, una mujer resaltaba.
La quedó mirando fijo, la gente se apartó para que los amantes pudieran reconocerse.
Fue entonces que llegó el túnel y, contrario a sus sueños, se estrelló contra unas piedras.
El tren no se detuvo.
La vida tampoco.

Easy Living.

Aquí me tienes, escuchando a Desmond.
"Puro Jazz" diría el viejo.
Y sí, le hablo en segunda persona, persona presente, persona real. Es mi hermano. Me acomoda más y es coherente con los desafíos que me dejó, el mayor de todos, a la Vida misma preguntándome cosas todo el tiempo: si estoy feliz, cuáles son mis metas, cuáles mis prioridades, ¿qué te llevó a la tristeza insoslayable?
Uno de tus amigos, un amigo psiquiatra, me atendió hoy en su consulta y me recetó unos pastillones que me hicieron dormir dos profundas horas.
Pero ahora estoy despierto escribiendo nuevamente algo sobre ti.
Como es tu amigo, un buen amigo, al parecer no sabía si verme por la cercanía entre el "caso" y "la persona que ambos queríamos mucho".
Fui. Me senté. Le largué todo. Casi lloro. Casi llora él también, me pareció.
Guardó unos segundos de silencio. Luego dijo mirándome fijo a los ojos:

-Matías... Estás profundamente afectado. Debemos intervenir.

Y bueno, si intervenir significa mutar el dolor en energía positiva, pues cuenten conmigo.
Pero dejen decirles que este dolor no es un dolor como una picada de abeja.
Deben creerme que duele más.

viernes, marzo 09, 2007

Sueños del hermano.

Lo siguiente es un sueño con los ojos abiertos, un pensamiento previo al acto de dormir, un diálogo de voz inventada, un momento improbable.

Lo contaré de todas formas. Necesito que sea escuchado.

"Estoy sentado en el banco de una plaza tranquila, soleada, verde, de niños y risas de niños. Es un instante íntimo, pacífico, relajante, el mundo se reduce a las fronteras de la calmada plaza en la que estoy sentado, solo, en un banco. Cierro los ojos.
Una sombra, percibo, se coloca delante del sol y dejo de sentir la tibia luz en la cara. Abro los ojos.
Es mi hermano. Me sorprendo, aunque no mucho, sé vendría a acompañarme.
Se sienta y nos quedamos mirando. El sonríe y me abraza con fuerza.
-¿Todo bien? -me pregunta.
-Todo bien -le respondo-. ¿Y la cosa por allá?
-Soy amigo de Julio César -me cuenta orgulloso y sonriendo.
-No esperaba menos -acoto- y con Hemingway van a cazar a las montañas.
-Claro, y todo lo que te puedas imaginar -me dice-, por algo le llaman Paraíso.
-Suena bien, ojalá pueda darme una vuelta por allá -comento.
Mi hermano mayor se pone serio.
-Pero a su tiempo, nada de comprar el ticket por adelantado -me ordena mirando a los ojos-, lo mío es más complejo, ya te voy a explicar, pero mi opción no tiene por qué ser tu opción o la de otros, ¿me entiendes?
-Ok, yo no estaba insinuando nada, no te pases rollos -le respondo sorprendido por su súbita preocupación-, mi vida la escribe otra tinta, no la que escribió la tuya.
-Tú tienes familia, propia y nuestra.
-Lo sé -le pregunto mirando a los niños.
-Todos lo sabemos -dice mientras me abraza por el hombro con fuerza y cariño-. Oye, ¿y mi cámara ya la rompiste?
Miro a mi hermano. Lo empujo, jugando. Se ríe.
-Es bueno verte de vez en cuando aquí, en mi jardín secreto de recuerdos, imaginación y nostalgia.
-Vamos -dice mi hermano mayor- si tan lejos no me he ido.

Guardamos silencio.
Ambos seguimos con la mirada a una niña que se balancea plena de alegría.
Y sonreímos."

miércoles, marzo 07, 2007

Courier New.

He escrito desde que aprendí a escribir. No antes, por un asunto lógico.
Bien.
No es sorpresa para nadie, porque quien logra aprender a graficar las palabras en un papel, pues demuestra que escribir es una de las tantas habilidades del cerebro humano dirigiendo la motricidad de nuestros "miembros".
Evolución.
Aprendizaje.
Necesidad.
Tinta, un teclado, arena de la playa.
Quien sabe, escribirá sin problemas.
La ortografía es tema aparte.
La gramática y la fonética de las palabras no siempre coinciden.
"No le temas a esos bándalos que trisaron el parabrizas de tu auto, lla se hirán derecho para la cársel".
Y así.

Otra cosa es escribir, poner el punto final, y tener ante uno alguna historia o poema.
De escribir pasamos a relatar.
El relato necesita de un estado propio de la creación, el vaivén anímico, y la absoluta concentración en la historia que se desarrolla en silencio en los estudios y sets de la mente.
Ejemplo claro, quedarse mirando la pared blanca que tienes frente como si en aquella superficie neutra y sin matices, se escondiera el Aleph de Borges.

Sólo quería decir que oficio de guionista.
Y que para llegar donde estoy, tardé más de siete años.

El sueño de que alguien valore el relato de lo que escribes.
Boleta incluida.

martes, marzo 06, 2007

Depardieu vs. Polanski: una mera formalidad.



1994.
Guión y Dirección:
Giuseppe Tornatore.

Gmail

estimado amigo de mi hermano. El mejor amigo, según decía...

Roberto Barriga T. Tue, Mar 6, 2007 at 4:19 PM
To: matias cornejo

Mí querido Matias:

Agradezco tus palabras y tu invitación, especialmente hoy día cuando la ausencia de Senén ha tomado una nueva textura y se vuelve especialmente dolorosa. Ya no es el dolor punzante e inconmensurable del día de su funeral, que por su misma intensidad y su forma definida, prometía ser pasajero. Ahora es algo distinto, un dolor sordo y profundo que lo envuelve todo, una perforación en el pecho que tiene la forma de él y tiene el sabor abyecto del vacío. Es que la partida de mi amigo es como la aparición repentina de una represa implacable que corta abruptamente el paso de un río. Ahora toda mi vida comienza a inundarse hacia atrás y cientos de recuerdos salen a flote (millares)…

Poco a poco me ha ido invadiendo un sentimiento de soledad, a ratos no encuentro a nadie que sepa acoger mis palabras y me invite a vibrar con las cosas más insospechadas. Como un ser proscrito, me siento de una raza extinta, condenado a ser reconocido como una rareza… Aunque a veces logre cautivar a algunos con una historia o con alguna observación distinta, son siempre oídos estériles incapaces de dar vida a tantas cosas que me resultan maravillosas, sobrecogedoras; esenciales…

Como me gustaría poder arrancarle un pedazo al pasado y volver a compartir alguna aventura con “cornejo”… aunque sea una cerveza en algún boliche…

En fin, me encantaría que nos pudiéramos juntar a hablar, así podría prescindir por un momento de las palabras escritas, que suelen ser vehículos pobres y obsoletos cuando los sentimientos son tan fuertes. Además, si nos juntamos tendría la oportunidad de contarte algunas cosas que no se escriben y que pueden ser alentadoras, y quién sabe, de repente podríamos rescatar alguna historia ya olvidada que este enredada en un pliegue del pasado… y por ahí, por ahí vamos deshilvanando ese nudo que se nos atora en la garganta…

Qué te parece si nos juntamos este jueves (en su defecto mañana) en la tarde?

Un abrazo,

Roberto

El futuro y el mar y S. Zissou.

lunes, marzo 05, 2007

Olvidadas por el tiempo.



"και εχομεν βεβαιοτερον τον προφητικον λογον

ω καλως ποιειτε προσεχοντες ως λυχνω φαινοντι
εν αυχμηρω τοπω εως ου ημερα διαυγαση και
φωσφορος ανατειλη εν ταις καρδιαις υμων"

domingo, marzo 04, 2007

24/7.

Insomnio. Qué remedio puede aplacar este insomnio, qué hipnótico de última generación, qué planta o raíz o tratamiento milenario. Este insomnio, una falta de sueño activada por un mecanismo automático en el cerebro y el corazón del mismo: el recuerdo es más real si estás despierto. El dolor con el que uno despierta y con el que te metes entre las sábanas para tratar de dormir. Es un dolor en círculo, un dolor que se muerde la cola, un dolor que está a la vuelta de la esquina porque cada cosa, cada detalle, un simple gesto, te traen al presente, hermano, y ese sorpresivo instante me atraviesa, me vuelvo un hombre frágil, demasiado frágil, y te apoderas de mis sentidos. Vuelves a vivir.
Cómo decirle a los que más quiero que estoy tratando de revertir el reloj: busco cada foto tuya, cualquier escrito perdido, tu música, ¿qué escuchabas? ¿qué leías? ¿qué pensabas del mundo? Cómo salir de mi silencio y advertirles que ha pasado poco tiempo, casi nada, pudo ser ayer, y por tanto sigo confundido tratando de equilibrar la tristeza con mis metas personales y familiares. Con el trabajo.
Miro a mis padres y si cruzo mirada con alguno de ellos percibo esa intimidad, el dolor cómplice que tenemos dentro, el saber que no es fácil reponerse de la verdad. Ya no sonarán nuestros teléfonos para escucharte a lo lejos.
Siento que voy cerrando el tercer libro de Tolkien, la trilogía "santa" que leímos más de una vez, y te vas subiendo al barco que zarpará hacia el paraíso.
No estás, hermano -incluso escribirlo me duele.
Sólo pido paciencia. Porque sé que el dolor incurable será mitigado por la vitalidad de la creación, del reencantamiento, del amor, de la búsqueda de significado.
De lo que realmente importa.
Pero no hoy ni mañana.
Paciencia es lo que pido.
Porque eres un puzzle que voy armando y las horas no me alcanzan. Me mantengo despierto ordenando las piezas. Pero un día no es suficiente. Tampoco pido paciencia eterna.

Sólo pido entiendan que largas noches pasarán, tristes o de alegría melancólica, antes de comprender que no te vas a difuminar como la niebla, que no se borrará tu rostro, el sonido de tu voz.

He de comprender en este trayecto que la historia pasada que vivimos juntos es la verdadera memoria y aunque persiga fantasmas de lo que pudiste ser o fuiste en secreto, nunca lograré cerrar el último capítulo.


A los que me aman.

Matías.

De noche las balas rezan.

La venganza le provocaba insomnio. Había optado por tapiar las ventanas para dejar fuera la luz del Sol; acolchar las murallas para evitar los ruidos innecesarios y molestos; tomar somníferos compulsivamente. Dormir lo mantendría alejado de sus pesadillas.

No resultó. Ninguna pastilla lograba adormecer el odio. La violencia en su sangre. Alguien tenía que morir. ¿Se puede descansar con eso en mente?

5:09 a.m. Se levantó del sofá. Seguía vestido, no había necesidad de cambiar de ponerse un ridículo pijama si se estaba toda la noche despierto. Todos los días eran un mismo día, un círculo, nunca se despertaba en la mañana, sólo la esperaba. Cinco meses habían pasado. Para él, un largo y único día.

En el armario mantenía oculta el arma, debajo de un montón de zapatos viejos, bajo una de las tablas. La buscó. La habitación, cerrada por entero a la luz del día, era oscura y silenciosa. Húmeda. Alcanzó el arma con la mano izquierda, la sopesó con la derecha, y al cargarla el sonido metálico del mecanismo se colgó del aire. Aún funcionaba.

La solución al insomnio era clara y precisa. Un tiro al corazón, medio a medio, desde tres metros y un poco menos. Después un tiro entre ambos ojos, en el punto más expuesto del cráneo.

Verificó su destreza con el arma apuntándola en la oscuridad. La sentía confiable en sus manos. El tacto para disparar nunca se olvida. Es como andar en bicicleta, según dicen.

Abrió una ventana. El aire de la ciudad entró curioso a la habitación. Se escuchaban los primeros autos de la mañana. No esperaba sentir nostalgia por la desgastada silueta de los viejos edificios.

Quitó otra tapia. El viento aprovechaba el pasadizo para crear al centro de la pieza un débil remolino. El hombre se sentó a la orilla de la cama. Miró su pálida cara en un espejo que estaba en el suelo, apoyado en la pared. Estaba muy delgado. Unas profundas ojeras caían de sus ojos. La cara la tenía cubierta por una hirsuta barba negra. Olía mal. Toda la ropa estaba amarilla, rígida, contagiada a la piel.

Levantó el arma. El otro hombre debe morir, pensaba el hombre, el otro hombre debe morir, es necesario, ¿qué te pasa?, fuiste una vida entera el más hábil de los sicarios, ¿y dudas ahora?, dudo, dudo completamente, y pienso en Andrea.

Una a una fue sacando las balas del arma. Las empuñó con fuerza y apretó la mano contra la frente. Los ojos estaban apretados, luchaba contra la humillación, contra la culpa, contra el deseo de matar.

Una a una lanzó las balas por la ventana. Las seis balas. Las siete letras de Andrea.

21 de Julio de 2002

sábado, marzo 03, 2007

Ocho años atrás, veamos cómo pensábamos.

Pontificia Universidad Católica de Chile

Facultad de Ciencias Sociales

Escuela de Psicología




Psicoanálisis I

Profesor: J. Coloma

Trabajo de Psicoanálisis

El Hombre de los Lobos

Matías Cornejo
Gonzalo Muñoz
Cristián Saavedra
Alejandro Sáez

Semestre, 1999.



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Introducción.

El trabajo que expondremos a continuación tiene su origen en los antecedentes arrojados por el análisis de un caso particular de neurosis grave, conocido por el nombre de El Hombre de los Lobos. Su historia clínica reveló que había sufrido de una fobia a los lobos a la edad de cuatro años, seguida por una neurosis obsesiva que duró hasta la edad de diez años. A partir de esta época, se mantuvo libre de sufrimientos. Empero a los dieciséis años contrajo la gonorrea, desarrollando la enfermedad que lo llevaría, luego de intentar con otros terapeutas(1), a la consulta de Sigmund Freud en el año 1910. Por tanto, “...este caso [...] debía concebirse como secuela de una neurosis obsesiva que se extinguió de manera espontánea, pero sanó deficientemente”(Freud, 1915).

Además de su excepcional complejidad, es una característica digna de mencionar que los datos aportados por el paciente, y que dieron lugar al diagnóstico de la histeria de angustia de la infancia, están sujetos a todas la limitaciones y distorsiones que representa la visión retrospectiva de la enfermedad y, por tanto, de su historia clínica. Pero, por otro lado, entrega una mayor riqueza de contenidos por cuanto el sujeto adulto está mejor capacitado para expresar en palabras y pensamientos las circunstancias de su enfermedad. En definitiva, si bien el análisis por observación directa de un niño tiene mayor valor probatorio (es más convincente), el análisis de un adulto seguirá siendo más instructivo. Gran parte del comentario de este caso se refiere al problema de saber si los traumas o fantasías primitivos databan de una época muy temprana de la vida o más bien eran fantasías posteriores proyectadas retrospectivamente.

Sobre la importancia de este caso en particular, dada su complejidad y singular potencialidad, Freud apunta: “Sólo se puede aprender algo nuevo de análisis que ofrecen particulares dificultades, cuya superación demanda mucho tiempo. Únicamente en estos casos se consigue descender hasta los estratos más profundos y primitivos del desarrollo anímico y recoger desde ahí las soluciones para los problemas de las conformaciones posteriores”(Freud, 1915).

Antes de entrar plenamente en los detalles y circunstancias especiales del caso, debemos decir que este análisis tuvo lugar en un momento en que Freud pone a prueba, de alguna forma, los conocimientos adquiridos durante años a través de la especulación y la experiencia. En este sentido, este texto se podría catalogar como una aplicación práctico-teórica de todas las herramientas de un Freud en el apogeo de su capacidad y representa, de cierto modo, un manual de terapia psicoanalítica.

En un principio, el tratamiento fue difícil e infructuoso. El paciente denotó una considerable resistencia, se oponía al acceso al inconsciente, al secreto de la neurosis. Freud intentó vencer este obstáculo poniéndo una fecha límite, de modo de presionar al paciente a revelar los contenidos ocultos: “Y bajo presión intransigente que aquél significaba [el propósito de respetar el plazo], cedió su resistencia, su fijación a la condición de enfermo, y el análisis brindó en un lapso incomparablemente breve todo el material que posibilitó la cancelación de sus síntomas” (Freud, 1915).

Los hechos que rodean esta historia clínica son fundamentales para entender el cuadro general. El paciente en cuestión era el menor de dos hermanos. Su hermana era dos años mayor que él y su relación con ella fue fundante en el desarrollo de la neurosis. Lo aventajaba en muchos aspectos. Era inteligente, sensual, abusiva. Constantemente sus padres remarcaban y valoraban sus virtudes, lo que despertaba la envidia del paciente. Solía maltratarlo sádicamente y, al mismo tiempo, tenía conductas de seducción hacia él que explicaba mediante analogía con la cuidadora del niño, su amada “ñaña”: “La hermana le agarró el miembro, jugó con éste y tras eso dijo a modo de explicación unas inconcebibles acerca de la “ñaña” (Freud, 1915). Su conducta, según Freud, podría atribuirse a una dementia praecox incipiente. Además, ambos padres padecían de algún tipo de enfermedad: su madre sufría de afecciones abdominales y su padre, entenderíase después, era maníaco-depresivo. Todos estos datos dan cuenta que nuestro paciente era dueño de una considerable herencia neuropática.

Como no le era posible volcar su pulsión sexual hacia su hermana, puesto que ella representaba un sujeto hostil, buscó su objeto de amor en la “ñaña” e intentó seducirla exhibiendo su onanismo frente a ella. Por supuesto, ella desautorizó aquella conducta y lo reprendió, diciendo que los niños que hacían eso se les producían “heridas”. Este discurso apuntaba a la concretización del complejo de castración, cuestión que vería confirmada cierta vez que vio a su hermana y a una amiga de aquella orinando. Ellas “no tenían pene”, habían sido castradas. Este desengaño tuvo como consecuencia directa un aflojamiento de su dependencia con su “ñaña”, lo que se tradujo luego en un verdadero encono hacia ella. Comenzó así a buscar en secreto un nuevo objeto de amor, que resultó ser su padre.

Por aquel entonces, su conducta sufrió un abrupto vuelco. Dejó de ser el niño apacible que había sido y se tornó un niño rebelde, violento y atormentador. Ese cambio tendría su origen en el deseo de satisfacción sexual masoquista que recibiría del padre. Sus ataques eran mayormente dirigidos hacia la figura paterna y buscaban el castigo por parte de éste, logrando así la satisfacción sexual por parte de su objeto de amor. “Así la incipiente vida sexual regida por la zona genital sucumbió a una inhibición externa y por el influjo de ésta fue arrojada hacia atrás, hasta una fase anterior de organización pregenital” (Freud, 1915), es decir, una regresión a la etapa sádico anal con sus respectivos caracteres sádico-anales (irritable, atormentador, etc.). Como su objeto principal de amor seguía siendo su “ñaña”, sus tormentos fueron dirigidos hacia ella. “Así se vengaba de ella por el rechazo sufrido [sofocación del onanismo] y al mismo tiempo satisfacía su concupiscencia sexual de la forma correspondiente a la fase regresiva” (Freud, 1915)

Todos estos elementos fueron el material de fantasía que pretendieron extinguir este recuerdo, que más tarde pareció chocante al viril sentimiento de sí del paciente. Es decir, en su fantasía él fue, o habría querido, ser agresivo. La verdad es que fue más bien pasivo, fue tocado y luego golpeado (meta pasiva).

De esta manera nos hemos acercado tangencialmente a la materia que nuestro trabajo pretende tratar en profundidad y que se refiere a la manera particular de resolver la situación edípica del paciente, que en este caso experimenta una tendencia homosexual. Lo principal, es revisar la óptica psicoanalítica al respecto.

Reflexión Creativa: La marginalidad como causa de la neurosis homosexual.

Este punto estará orientado a discutir el concepto de homosexualidad y su evolución en la teoría de Freud a partir del concepto de perversión. Este enfoque, apoyado en conocimientos personales, encontrará su resolución en una revisión de lo que se entiende por homosexualidad y cómo se trata el tema.

Ciertamente debemos aceptar la existencia de una conducta sexual alternativa a lo largo de la historia, orientada a satisfacer una necesidad que no parte del deseo de conservación de la especie, sino que provee una satisfacción que Freud anidó dentro del marco de las perversiones. Es decir, la homosexualidad es una perversión, puesto que hay una desviación de la meta sexual hacia un fin que no corresponde a la función de reproducción.

Aunque la homosexualidad se ha practicado (o vivido, en realidad) desde los albores de la historia y a todo nivel social, la sociedad ha procurado siempre , por un lado, sofocar estas tendencias homosexuales y por otro, ocultar su existencia. Bien cabe preguntarse por qué. Tal vez se subentiende a la homosexualidad como una conducta impropia del ser humano, por cuanto los animales no-humanos no están capacitados para comprender la existencia de un tipo de relación sexual más allá de lo que la conducta sexual instintiva les provee(2). Fácilmente podríamos de esta manera inferir que la homosexualidad tiene su origen en una determinada configuración psíquica cuya complejidad es sólo accesible al ser humano y al tipo de relaciones que se dan dentro de esta especie. Apreciado desde esta panorámica, no cabe más que adscribirse a la concepción freudiana, la cual es que la homosexualidad tiene un origen psíquico, es un acto psíquico de pleno derecho.

Una perversión como la homosexualidad aparece ante todo como una variante de la vida sexual, a saber, todos los individuos sin excepción, son capaces de elegir un objeto de afecto del mismo sexo, y que todos han efectuado esta elección en su inconsciente. De este modo, la homosexualidad sería, como cualquier neurosis, producto de una configuración psíquica aleatoria, pero no por eso sana; es a lo menos no deseable. Entonces a lo que apunta esta discusión es a recalcar que si bien Freud no condena la homosexualidad en sí, ya que cualquiera está sujeto a “padecer” esta enfermedad, la homosexualidad sigue siendo una enfermedad. ¿Será realmente una enfermedad o tendremos que aceptar que pueden existir una conducta sexual no conducente a la reproducción propia del ser humano y comprometernos, por tanto, a la existencia de una vida sexual alternativa y válida?

Evidencia biológica podría sofocar los planteamientos freudianos respecto de esta elección objetal, arguyendo evidencias que presentan a la homosexualidad como producto de una disposición hormonal especial, opuesta a los caracteres sexuales primarios, pero tendiente a experimentar satisfacción en un ser del mismo sexo. ¿Dónde está aquí la neurosis? Creemos que se origina por los siguientes factores: la población homosexual, cuya desviación de la elección de objeto es a causa de esta disposición hormonal, está expuesta a engendrar síntomas neuróticos debido al choque conflictivo con la sociedad que los percibe pero margina y que además reprime estas pulsiones sexuales no menos lícitas que las de cualquier persona.

Hemos visto ya que homosexualidad y perversión son dos conceptos íntimamente relacionados. Puesto que el primero no es un concepto central en la teoría freudiana, buscaremos la evolución del concepto de perversión para dar solución a lo que se entiende por homosexualidad desde el psicoanálisis. Con ese basamento discutiremos su impacto en la conceptualización de la homosexualidad como manifestación en la cultura.

Debemos puntualizar primero que toda comprensión clínica del proceso perverso encuentra obstáculo en criterios morales y sociales que bien pudieron afectar en su tiempo las investigaciones del propio Freud. Pero debemos también decir en su favor que, en general, su teoría cuestionó dura y agresivamente el concepto de normalidad de su época; con Freud la perversión se inscribe en la norma misma.

Una primera concepción de perversión se relaciona con la noción de pulsión. La perversión podía ser una desviación relativa al objeto de la pulsión sexual o una desviación respecto de su meta. Establece una relación directa entre neurosis y perversión por cuanto los síntomas mórbidos representan una conversión de las pulsiones sexuales que cuando no encuentran expresión se convierten en neurosis. La sexualidad infantil es necesariamente perversa, puesto que impone objetos y metas que no son el objeto y la meta sexuales “normales”. De persistir estas pulsiones parciales en el adulto, serían consideradas tendencias perversas.

Se agregaría luego como complemento un acento en la plasricidad de los modos de satisfacción pulsional (variable en función de la historia del sujeto). Habrían cuatro tipos de destinos pulsionales: represión, sublimación, transformación en lo contrario y vuelta sobre la propia persona. En las perversiones operan , por una parte, la transformación en lo contrario (que denota un retorno de la actividad hasta la pasividad) y, por otro lado, una inversión del contenido del proceso pulsional (como la transformación del amor al odio). En esta etapa de las elaboraciones freudianas, las perversiones son sólo especificadas en cuanto aparecen como “contrapartida de la neurosis”.

Ambos momentos de la evolución del concepto de perversión sólo confirman las aseveraciones que hicimos en un principio, las cuales dicen que Freud entiende la homosexualidad, siendo ésta una perversión, como una desviación de la normalidad. Se subentiende que sería deseable que estas personas se “curaran” de alguna forma, por difícil que parezca.

No queremos contrariar de plano esta afirmación, pero creemos que puede estar limitada, en cuanto considera sólo la actuación de agentes psíquicos y no toma en cuenta algún determinante biológico. La sexualidad, en primera instancia, se apuntala hacia acciones que nuestra propia naturaleza hace intencionales. Parece lógico entonces pensar que la homosexualidad puede ser abordada desde dos planos: uno psíquico y uno biológico. En el primer caso, la homosexualidad es sin duda el resultado de una neurosis, producida o aumentada por acontecimientos vitales derivados de la infancia y se debe encauzar, para una mejoría de esta “enfermedad”, la sexualidad hacia la meta que debió orientarse naturalmente. En el segundo caso, habría que decir que la persona en su homosexualidad se encuentra en el campo sexual que le corresponde (de acuerdo a su constitución orgánica) y la labor de la sociedad no debería ser reprimir, sino aceptar y permitir el desarrollo de un mundo ajeno a la “normalidad”, pero con derecho a expresión.

Demás está decir, que estamos conscientes de las limitaciones empíricas de nuestras afirmaciones, pero nuestro cuestionamiento no deja de ser válido por este hecho.

Respecto de las últimas ideas planteadas, nos gustaría dar cuenta de que circunscribir a la homosexualidad dentro del marco de las perversiones puede definir una conducta social marginatoria de este grupo, más que cualquier otro que sea víctima de una neurosis. Las perversiones están estrechamente relacionadas a conductas humanas reprochables y abominables. Obviamente, quienes integren el grupo homosexual marginado tenderán a exagerar sus diferencias con el mundo que los distancia como forma de rebelarse ante él. Están expuestos a incubar neurosis debido al aislamiento social y por la necesidad de actuar de modo distintivo y exacerbar su condición aparentemente “especial”. El mundo los divide y se divide ante ellos.





(1)En su ensayo “De la historia de una neurosis infantil” dedica un par de líneas ciertamente irónicas a este respecto: “...el enfermo pasó largo tiempo en sanatorios alemanes y fue clasificado en esa época por las autoridades competentes de maníaco-depresivo.

(2)No queremos decir que no existan conductas homosexuales entre animales. Éstas se pueden dar. Sólo queremos enfatizar que no es posible que las entiendan como tales y que más bien son conductas azarosas que buscan la satisfacción sexual, pero que no corresponden a una identificación con una nueva categoría de orientación sexual.

El lado oscuro.



Rimas urbanas: si prestaran atención, escucharían.

Autor:

R De Rumba.

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No vayas (Frank-T)

Acaban de robar el móvil nuevo esos canallas,
mamá dijo por ahí no vayas,
tú la contestaste mamá porque no te callas,
la razón que tenía tu madre entonces hayas,
te lamentas de los hechos de pie enfrente de unas vallas,
tu mente ahora estalla,
quieres una arma de metralla,
estás en guerra con el mundo ahora resulta que el mundo es el frente de batalla,
piensas doy la talla,
voy a ganarme esas medallas,
pero no puedes ganarte el corazón de esa preciosa uruguaya,
qué es lo que falla,
si para todo tienes agallas,
porque cuando te mojas para secarte nadie te ofrece unas toallas,
se paralizan se encallan,
tú te rallas,
todos van a lo suyo y nadie se mete en tu pantalla,
deberían todos estos hoy meterse en tu pantalla,
quién sabe a lo mejor eres tú que en su sistema no encallas,
la poli tus profes te avasallan,
mientras oyes una voz que te dice que no vayas:

Estribillo
No hay hayas solamente hay rayas
no hay payas si tu mente estalla
no hay sitio dónde ir y si no hay no vayas. (x2)

Te caen mal todos con pantalones anchos o con mallas,
te caen aún peor si son estrechos porque estos son antiguallas,
que vaya horterada subrayas,
depresión más agobio que unos porritos unas rayas,
también te caen mal fumar porros meterte rayas,
pero es demasiado el placer que se siente cuando te metes tantas trallas,
tu madre el verte pedo se desmaya,
pero qué importa la familia cuando has subido al Himalaya,
el testigo de Jehová te cae y su atalaya,
para colmo te para uno que con su charla se explaya,
no conoces a Dios nunca has conmigo a paraguayas,
mas que harto que solo hablen de Beckham esas payas,
y de ti solamente hablan esas viejas con voz a la cazaya,
por el ruido que tu metes con saya,
la poli tus vecinos y tus profes te avasallan,
mientras oyes una voz que te dice que no vayas:
Estribillo

Tener 17 es un lio el universo te raya,
culturas y enigmas como los mayas,
con la famosa edad del pavo ni se practica ni se ensaya,
no todo resulta ser como los libros se detalla,
qué hacer cuando tu viejo para ti solo es morralla,
qué hacer cuando tu vieja tu cerebro se encaballa,
por tu bien pero tu eres un rebelde con causa o sin causa ni tú sabes venga iros todos a la playa,
pero no hay nadie en la playa,
irás tú solo a la playa,
porque has visto a una haciendo topless en tanga en la playa,
qué buena que está pero ni te ha mirado esa lacaya,
resulta que tiene un novio que es famoso y su novio es Coque Maya,
guardando el centero no hay tocayos ni tocayas,
no tienes dinero no hago cajas de caballa,
la poli tus profes te avasallan,
mientras oyes una voz que te dice que no vayas.

Estribillo


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Amberes (Líriko & Rebel)

[Líriko>
Cuando el corazón de RAP Sólo late hace "dum dum"
Rumba está en el ritmo, "dum dum"
Lírico y Rebel, "dum dum"
te lo pone ahí.

[Rebel>
En camisa de once varas pateando Amberes,
gélidas las piernas y oliendo a flores,
seres de desmesurados pechos prefieren
apartar la mirada a unos ojos seductores,
cuasi lascivos, sabedores de que sólo una ciencia infusa animará los temblores
de un motor estático atajado por aquél semblante regio de mentón poblado,
fatales quehaceres serían los que transformaron tu vida en no-muerta,
tú que experto te creíste en esta transformaron tus sueños de la gorta de marfil,
experto en enfermas formas que fracasaron ipso facto por fórmulas sin fortuna,
fortuito fue el encontrarte,
saberte libre y volver a acariciarte,
sentirte en extraña tierra,
son marañas o piedras las que van a noquearte,
yo creo que no por darte la ilusión de no acabarte
capaz sería de ser tú,
el día a cuestas, él te detesta,
son tus cábalas perdidas las que apestan,
o son las caries de un corazón cosido
las que han sido dadas por parrafadas embaladas,
amigo, ¿Viste cómo heriste?,
tus rasgos de oriente se tornaron tristes,
es un escandaloso tema entre uno con uno,
hijo del fonk en ayuno
masturba el sentido de seguir sintiéndote
como un experimento, aguanta y dime
¿Cómo seguir la estela del autocrimen?,
este alma se deprime, no es firme, ¡ten calma!,
que el llantar de dulces manjares
llegarán por lares que no se sospechan,
la senda se estrecha, pero tú abres brecha,
como rey astro en la noche maltrecha, ¡amigo!

Estribillo

Estos pavos solventan nebulosas,
haciendo grande el placer de reventarlas,
transcurren por senderos que confunden,
asumen la aptitud de superarse. (x2)

[Líriko>
Un coche a punto de arrollarme estuvo
por mirarte mujer ¡Pateando Amberes!,
yo dije, "los amores no están hechos a medida",
mira, más tarde pusieron mi nombre a esta avenida,
yo, te guardo una peca en el pecho por
cada historia de amor,
tú que rompiste aquellas fotos de cuando éramos (con)
con todo lo que éramos (ya),
ya no se puede volver atrás como si fuéramos (ya),
llamo a las cosas por su nombre y trato de ser preciso,
si digo guapa o si digo mierda, érase una pareja buscando un rincón,
maruja en el balcón,
ropa arrugada tras el revolcón
y es que cualquier portal es el lugar favorito
de tantos jóvenes que no saben dónde ir con su apetito,
pero son la envidia de los que viven en castillos con chimenea,
privándose del sexo manjar Dulcinea,
hay palabras que son mágicas,
y caras que son un poema,
te lo digo yo, que lo veo desde el escenario,
no son faroles, más bien tiro de hipérboles,
eso sí han escrito mi nombre en los árboles
y está claro que Lírico no hay más que uno,
llámalo único, o mejor llámame indiscutible,
me muevo al filo de lo imposible,
cualquier cosa que ocurra ahí fuera no importa,
mi rap seduce y transporta,
la mente es mi taller de confección
sobre un ritmo construyo un paisaje sin comparación,
su cuerpo aerodinámico corta el aire y la respiración,
cuando ella pasa siempre suena un claxon
y yo cada vez que pillo el micro es noticia,
tengo el reconocimiento del movimiento, odio la injusticia,
por eso estudio el comportamiento del hombre y permanezco atento,
mi maestro es el silencio y el tiempo,
los mato callando, proyectando
la modestia elegante de los tímidos ¿Cuál es tu bando?,
cada noche bajo la cruz convierto el agua en vino,
en ocasiones me tratan de usted cuando el micro afino,
hablo de amor en tiempos de guerra y me siento como un animal en extinción,
deja rienda suelta a la imaginación,
y olvida los problemas,
dime qué destino prefieres,
hoy pongamos que hablo de Amberes

Estribillo
Estos pavos solventan nebulosas,
haciendo grande el placer de reventarlas,
transcurren por senderos que confunden,
asumen la aptitud de superarse (x2)

[Líriko>
2004... tenía que pasar algo así definitivamente
para que Lírico y Rebel lo hicieran
(ah ¿si?) hasta el más mínimo detalle tiene su importancia
¡Pateando Amberes!

viernes, marzo 02, 2007

M.


Si no es Musa, entonces es Ángel.

jueves, marzo 01, 2007

Dejó dicho que iba y volvía. Eso es todo lo que podría comunicarle.


La anciana se detiene, deja el canasto con verduras frescas en el suelo. El ruido de la ciudad no le molesta, ni lo percibe, ni tiene oídos a su edad ya para que le puedan perturbar. Se queda mirando el edificio que tiene al frente: El Vaticano. Tampoco la perturba o sorprende, es la vista de cada día, un edificio más entre tantos juntos a los cuales debe caminar todas las mañanas a paso lento para visitar a su hermana enferma en el hospital. Como romana que es el STATVS CIVITATIS VATICANÆ (Estado de la Ciudad del Vaticano) es una plaza gigante de pilares que ha visto desde que tiene memoria y a sus años no resalta de las demás atracciones de Roma. Aunque ella es católica, cree en el Papa y la Santa Iglesia, pero la costumbre se traga al asombro, siendo de esta forma que ver a un motociclista atropellado en la calle tampoco atrae su atención. Roma es Roma, con su pasado de Imperio conquistador del mundo y su presente de motos alocadas. Un cartero en bicicleta, de grueso mostacho, se detiene junto a la anciana. Ambos miran la Basílica de San Pedro.
-"Vendrán muchos en mi nombre y dirán: yo soy el Mesías, y engañarán a muchos", Mateo 24:5 -dice el cartero con cierto humor nostálgico.
-"Luego, en seguida, después de la tribulación de aquellos días... Entonces aparecerá el estandarte del Hijo del hombre en el cielo... Enviará sus ángeles con resonante trompeta y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos...", Mateo 24:29 -añade la anciana con una lágrima asomada en su ojo izquierdo. Saca un pañuelo, se seca.
-"Pero del día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los cielos, sino sólo el Padre", Mateo 24:36 -agrega el cartero abrazando a la compungida anciana. Ella levanta la mirada.
-"Cristo…aparecerá por segunda vez…Para salvar a los que le esperan", Hebreos 9:28 -susurra la anciana, un dejo de tristeza exhalan sus palabras. El cartero cierra más alrededor de ella su abrazo. La mira y sonríe.
-"Para con el Señor un día es como mil años, y mil años son como un día", Pedro 3:8.

El atardecer remarca la figura de la Basílica. El cartero y la anciana se separan.