viernes, agosto 28, 2009

viernes, agosto 21, 2009

sobre AVATAR, el esperado film de James Cameron (para NOTICINE, España)


Este viernes se realizó el evento tan esperado por muchos. Sólo 3.000 chilenos han tenido el privilegio de ver los veinte minutos de adelanto de "Avatar", la película de James Cameron, quien declara que revolucionará la manera de disfrutar del cine 3-D a partir del 17 de Diciembre, estreno mundial. Por encargo del portal NOTICINEcom, tuve el honor de disfrutar diez horas antes que el resto de los mortales de "El Día de "Avatar"", puesto que fui considerado invitado VIP por parte de FOX Chile.

No puedo mentir, mi entusiasmo por ser partícipe de tan magno suceso me tenía emocionado. No por nada respeto a Cameron desde "The Terminator", "Aliens", "The Abyss", "Terminator 2" y "Mentiras arriesgadas / Mentiras verdaderas". Mis opiniones respecto de "Titanic" me las reservo.

Cameron se ha movido dentro del género de la ciencia ficción -con gran habilidad- desde sus inicios. En una entrevista aseguró que la inspiración para escribir "Avatar" provino de todos los libros que había leído en su vida relacionados con el género y la fantasía.

FOX y Cameron han hecho un gran trabajo en promocionarla, sumando ya cuatro años de misterio en torno a la película.

Excelente movida de marketing, debo reconocer, fue el adelantar cuatro meses el fenómeno tecnológico tan publicitado con un adelanto de veinte minutos del elaborado 3-D, el cual sólo se logró con la construcción específica de cámaras especiales, los estudios WETA DIGITAL apoyando el CGI y efectos visuales, además del reencuentro de Cameron con Stan Winston.

Con todo esto en mente, llegué justo a tiempo a la sala de cine 3-D donde se iba a iniciar la exclusiva función VIP.

La primera sorpresa que me llevé fue la falta de medios cubriendo la premiere mundial en nuestro país, a pesar de que junto a mí se paseaban personajes del medio audiovisual, críticos, entre otros.

La cobertura en medios escritos vaticinaba una mayor presencia hoy, El Día de "Avatar". Pero una única cámara deambulaba siguiendo indecisa al entrevistador, que parecía no tener claro a quién entrevistar. En un sencillo mesón se ofrecía café y una que otra cosa para quienes no lograron desayunar. Nada sofisticado.

Un único banner de "Avatar" a la entrada de la sala indicaba que era la correcta.

En cierta medida fue decepcionante encontrarse con un ambiente tan plano, poco elaborado, para la ansiedad que me había generado el ser "invitado VIP" al Día de "Avatar" en Chile.

En fin, entré a la sala con mis gafas 3-D en mano, me ubiqué en el mejor asiento que calculé ofrecería una óptimo disfrute del increíble acontecimiento, y esperé a que las luces bajaran su intensidad.

"Por favor, colóquese sus lentes 3-D", fue lo primero que se proyectó en pantalla. Los asistentes, que aún no se callaban del todo, obedecieron.

Luego apareció en la gran pantalla un James Cameron trídimensionado saludando a los presentes para explicar en breve que las imágenes que veríamos eran seleccionadas y no significaban spoilers (secuencias que nos estropearan la trama general) para cuando viéramos el film por entero.

Entonces, maravillosamente ante mis ojos, comienza el adelanto de "Avatar". Una experiencia fuera de la norma, un 3-D prometido que cumple más allá de las expectativas. Veo a un Sam Worthington como Jake Sully (personaje protagonista), un infante de marina parapléjico en su silla de ruedas, el cual podría haber tocado con la mano. Bueno, no tanto, pero es para graficar lo fascinante del 3-D.

Resumo en líneas generales el argumento de "Avatar": Jack Sully (Sam Worthington), un ex marine parapléjico es enviado a Pandora, un planeta donde habitan los Na'vi, los cuales están en permanente conflicto con los humanos colonizadores. Sully, para recuperar su condición física, se somete al experimento de convertirse en un "Avatar", un ser de tres metros de alto, cola de lagarto y azuloso.

Sully se internará como "Avatar" en el peligroso pero asombroso mundo de Pandora, donde el destino le deparará ser un héroe inesperado en búsqueda de redención y descubrimiento del verdadero amor, liderando la batalla para salvar una civilización distinta de la que proviene.

Entrando ahora en el análisis de lo que vi en veinte minutos, más allá del debido reconocimiento del trabajo espectacular por parte de Cameron en crear el universo 3-D de "Avatar", conjugando imágenes reales con un 60% de efectos visuales y CGI, debo manifestar lo siguiente:

Como película de tecnología suprema promete, pero de manera limitada en guión (estoy jugándome el cuello al adelantarme en este punto, lo sé). Así como en otros relatos épicos fantásticos, por ejemplo, "El Señor de los Anillos", no creo "Avatar" nos vaya a aportar en términos de historia una epopeya que supere a la película Peter Jackson (independiente que esté basada en una saga reconocida, Cameron por su parte tuvo catorce años para escribir). "Avatar" será, sin duda, el gran hit en el box office mundial en Diciembre, pero más que nada por el espectáculo que nos viene adelantando por goteo en el último tiempo como el mayor logro técnico-cinematográfico en la historia del cine.

Las imágenes en 3-D (¡incluso solucionaron el tema de los subtítulos, increíble!) se enmarcan en una película que se desarrolla en un mundo de fuertes colores, increíbles secuencias. La imaginación junto a la fantasía desbordan e hipnotizan.

Vale decir, Cameron enfoca su inteligencia como director/productor, narrando una historia que de seguro nos atrapará, pero básicamente estará supeditada a revelarnos su sueño tecno-cinematográfico concretado. No por nada esperó catorce años.

Un gran detalle a resaltar es el que los seres CGI de "Avatar" están controlados emocionalmente por los actores y no al revés como suele ocurrir, donde se construyen marionetas inverosímiles, lo que se agradece bastante. La escritora Francisca Solar (La Séptima M) al preguntarle sobre los personajes estima "el notorio trabajo de actores por sobre la animación" y agrega "pensando siempre desde la vereda del espectador, se nota mucho la interpretación, puedo ver más al actor que al dibujo, eso me encantó."

Francisco Ortega, periodista, crítico de cine y escritor (El Número Kaifman) apasionado por el género ciencia ficción, expresa que tuvo sentimientos encontrados: "Por un lado el 3-D, el CGI hiperrealista es acojonante, se ve de un naturalismo que sobrecoge, pero no sorprende". Según me comentaba, no le provocó esa sensación de fin del mundo que lo sobresaltó con el primer dinosaurio de "Jurassic Park". Define el argumento de "Avatar" como una amalgama entre lo que es Halo con un romance interespacial entre Tarzán y Pocahontas, su interés va más por la puesta en escena. "Por otro lado, James Cameron puede ser muchas cosas, pero sabe contar una historia y sobre todo usar la técnica como un instrumento, no a la inversa. Y desde esa perspectiva (la tecnológica) me interesa mucho más lo que con esta nueva técnica va a hacer Terrence Malick con su película hiperresalista de Dinosaurios. En todo caso "Avatar" es por lejos el gran espectáculo filmico de este fin de año".

Concuerdo con Ortega respecto del "popurrí" acerca de las tramas y referentes, aunque dudo que "Avatar" resulte una película confusa.

Todo lo contrario. "Avatar", sea como sea, será una experiencia que a partir del 17 de Diciembre día de su estreno, nadie debería perderse, porque Cameron ciertamente cumple con lo prometido acerca de su publicitado ensayo 3-D que hoy tuve el placer de verificar con sólo el visionado de veinte cortos y portentosos minutos.

"Avatar" será el precedente definitivo -dejando alta la vara- con el cual la industria tendrá que asumir que el cine popcorn-hollywood-masivo deberá ser 3-D a la hora de satisfacer el deseo de entretenimiento del nuevo espectador. Este viernes, al terminar la proyección, los comentarios generales fueron "increíble, nunca había visto algo así, quiero que llegue pronto a cines"...

(*): Matías Cornejo es cineasta y guionista chileno, co-autor del libreto del film de Matías Bize "Lo bueno de llorar" y de la exitosa serie televisiva "Huaiquimán y Tolosa", además de productor de "Promedio rojo".

jueves, agosto 20, 2009

LIFE: Outrageous Thunder and Lightning.

lo sé.

debería escribir más seguido.

resulta que las pupilas, agotadas, han convencido a mis manos de tomar largas vacaciones y dejar las letras a un lado por un tiempo.

cosas del ser.

del ser escritor y no aceptarlo.

o no aceptar de no serlo.

The Wolfman

Inspired by the classic Universal film that launched a legacy of horror, The Wolfman brings the myth of a cursed man back to its iconic origins. Benicio Del Toro stars as Lawrence Talbot, a haunted nobleman lured back to his family estate after his brother vanishes. Reunited with his estranged father, Talbot sets out to find his brother…and discovers a horrifying destiny for himself.

jueves, agosto 13, 2009

District 9: NY Times review.


A Harsh Hello for Visitors From Space
Published: August 14, 2009

For decades — at least since Orson Welles scared the daylights out of radio listeners with “War of the Worlds” back in 1938 — the public has embraced the terrifying prospect of alien invasion. But what if, notwithstanding the occasional humanist fable like “E.T.,” all those movies and television programs have been inculcating a potentially toxic form of interplanetary prejudice?

“District 9,” a smart, swift new film from the South African director Neill Blomkamp (who now lives in Canada and who wrote the screenplay with Terri Tatchell), raises such a possibility in part by inverting an axiomatic question of the U.F.O. genre. In place of the usual mystery — what are they going to do to us? — this movie poses a different kind of hypothetical puzzle. What would we do to them? The answer, derived from intimate knowledge of how we have treated one another for centuries, is not pretty.

A busy opening flurry of mock-news images and talking-head documentary chin scratching fills in a grim, disturbingly plausible scenario. Back in the 1980s a giant spacecraft stalled in the skies over Johannesburg. On board were a large number of starving and disoriented creatures, who were rescued and placed in a temporary refugee camp in the part of the city that gives the film its title. Over the next 20 years the settlement became a teeming shantytown like so many others in the developing world, with the relatively minor distinction of being home to tall, skinny bipeds with insectlike faces and bodies that seem to combine biological and mechanical features. Though there is evidence that those extraterrestrials — known in derogatory slang as prawns because of their vaguely crustacean appearance — represent an advanced civilization, their lives on Earth are marked by squalor and dysfunction. And they are viewed by South Africans of all races with suspicion, occasional pity and xenophobic hostility.

The South African setting hones the allegory of “District 9” to a sharp topical point. That country’s history of apartheid and its continuing social problems are never mentioned, but they hardly need to be. And the film’s implications extend far beyond the boundaries of a particular nation, which is taken as more or less representative of the planet as a whole.

No group, from the mostly white soldiers and bureaucrats who corral and abuse the prawns to the Nigerian gangsters who prey upon the aliens and exploit their addiction to cat food, is innocent. And casual bigotry turns out to be the least of the problems facing the exiles. As it progresses, “District 9” uncovers a horrific program of medical experimentation yoked to a near-genocidal agenda of corporate greed. A company called M.N.U. (it stands, none too subtly, for Multi-National United) has taken over administration of the prawn population, which means resettling the aliens in a remote enclosure reminiscent of the Bantustans of the apartheid era.

The M.N.U. executive charged with carrying out this program is Wikus van der Merwe (Sharlto Copley), a nervous nebbish whose father-in-law (Louis Minnaar) is the head of the company. Cowardly, preening and hopeless at projecting authority, Wikus is the kind of guy who gives nepotism a bad name. It says a lot about Mr. Blomkamp’s sense of humor, and about his view of his own species, that this pathetic little paper pusher is his chosen agent of mankind’s potential moral redemption.

But I’m getting ahead of the story, and perhaps overselling the allegory. Not that the metaphorical resonances of “District 9” aren’t rich and thought provoking. But the filmmakers don’t draw them out with a heavy, didactic hand. Instead, in the best B-movie tradition, they embed their ideas in an ingenious, propulsive and suspenseful genre entertainment, one that respects your intelligence even as it makes your eyes pop (and, once in a while, your stomach turn).

The early pseudo-documentary conceit, which uses footage that pretends to have been harvested from news choppers and security cameras as well as some by the unseen crew accompanying Wikus on his tour of the prawn camp, fades away after a while. The academic authorities do too, having served the dual functions of providing narrative exposition and demonstrating the high-minded uselessness of official liberal discourse.

Once a terrible accident befalls Wikus, we are at his side and under his skin, and “District 9” subtly shifts from speculative science fiction to zombie bio-horror and then, less subtly, turns into an escape-action-chase movie full of explosions, gunplay and vehicular mayhem.

In the midst of it all you almost take for granted the carefully rendered details of the setting, the tightness of the editing and the inventiveness of the special effects. Not the least of these are the aliens themselves, who are made expressive and soulful without quite being anthropomorphized. (Their whirring, clicking speech, partly understood by Wikus and others who work with the creatures, is translated for the rest of us via subtitles.)

One in particular, named Christopher Johnson (Jason Cope), becomes Wikus’s protector and ward, and their relationship turns “District 9,” in its final act, into an intergalactic buddy picture, with some intriguing (and also possibly disappointing) sequel opportunities left open.

At its core the film tells the story — hardly an unfamiliar one in the literature of modern South Africa — of how a member of the socially dominant group becomes aware of the injustice that keeps him in his place and the others, his designated inferiors, in theirs. The cost he pays for this knowledge is severe, as it must be, given the dreadful contours of the system. But if the film’s view of the world is bleak, it is not quite nihilistic. It suggests that sometimes the only way to become fully human is to be completely alienated.

“District 9” is rated R (Under 17 requires accompanying parent or adult guardian). It has intense violence and violent swearing in the languages of two planets.

The Many Faces of Woodstock

Woodstock Rockers: Then and Now

Woodstock Style: Then and Now

WWII: the battle of Britain.

miércoles, agosto 12, 2009

Life magazine.

lo pasamos bomba.

por twitter me entero de muchas cosas.

algunas me interesan, otras, me repulsan.

como los bots de minas que quieren que las sigas para verlas en sus secretas e íntimas sesiones de cam, que claro, requieren del número completo de tu tarjeta de crédito.

o, leer sobre la vida de alguien, un detalle indecoroso que jamás debería haber salido a la luz, menos bajo el foco de twitter.

pero en general y sobrepasando todo, twitter me hace feliz porque en 1 segundo me entero cómo están 100 amigos que con dificultad voy a ver en un futuro cercano.

ahora, también me impactan los tweets sobre noticias, como la actual, la que habla de dos gimnasios top del sector oriente que fueron afectados por bombas (incendiarias, al parecer).

y me vino a la mente la noticia del coche-bomba ETA que afectó a dos guardias civiles en España, y el párrafo que decía que el fiscal no daba aún la orden de bajar de un árbol la mitad del cuerpo de uno de los guardias que sufrieron el atentado.

voló, literalmente, su mitad humana hasta quedar colgando de una rama.

el mundo está loco, está triste, está que explota, que detona, es una bomba de tiempo, y se habla de terrorismo, pero ahora el terrorista no tiene cara de musulmán, ahora tiene cara de vasco, de gringo, de ario, de negro, de asiático y, por qué no, de chileno.

dos bombas en los gimnasios top de Santiago.

y siempre creemos que todo ocurre fuera de nuestras fronteras y que después de las trágicas noticias viene Dónde está Elisa y Pelotón y 1910 y cerramos con llave la burbujita, nos quedamos adentro, Qué carajos me importa qué esté pasando, que los aviones se estén cayendo, que Ecuador esté por entrar en guerra con Colombia y Chávez le meta leña a la hoguera, qué importa, qué importa, sólo va a importar cuando detone una bomba bien grande y la torre Entel se desmorone, caiga sobre la Alameda, aplaste gente y vehículos y estemos aterrados, porque ni siquiera sabemos por quién votar, porque los candidatos se preocupan de santas estupideces.

Dios, si existe, entonces nos ayude.

amén.

domingo, agosto 09, 2009

sábado, agosto 08, 2009

writer's block.

Dicen que para ser escritor se debe haber leído mucho y escribir cosas como "la noche tenía aliento a densa bruma que disolvía como ácido las estrellas, tornando el cielo en una pintura gris aún sin colores, retocada sólo por ligeros destellos de oro" para decir en verdad que la noche está oscura y no se ve un carajo.

Entre más circo haya de párrafo en párrafo, pareciera que el lector más y más respeta al escritor, al punto de encontrarlo un genio literato, aunque entienda la mitad de las oraciones que se forman entre comas y puntos o puntos y comas.

Escribir como el fatigoso Gustave Flaubert y sus extremadamente extensas descripciones, similar a los tomos de En Busca del Tiempo Perdido de Proust es cómo se debe escribir para ser GRAN ESCRITOR; me gusta Flaubert y me gusta Proust, pero también me gusta -y más- la novella (sí, novella) de Monterroso que inicia y termina de esta forma: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí". Sin desborde de adjetivos y extenuantes miradas de narrador explicando el espacio en que se mueve, Monterroso se ocupa de mi atención como lector y me transporta millones de años atrás para retornarme luego al presente en una explosión cuántica-literaria con tan sólo decir que "cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí".

¿Algo más hermoso que la brevedad infinita de las cosas?

jueves, agosto 06, 2009

twitt-book is down!

Se cae twitter y Facebook, y algunos se sienten como Charlton Heston en El Planeta de los Simios. Incomunicados, o quizás se entienda mejor ocupando el término "alienados", marginados, solitarios, solos, olvidados, sin nadie a quien acudir, desamparados, como cuando uno era pequeño y se cortaba la luz en casa y el espacio se convertía infinítamente más amplio, oscuro, siniestro. Quedabas al amparo de una vela, imaginando cosas, horribles cosas que habitaban el silencio en las sombras de cada esquina y rincón.
Caen por tres horas las redes sociales y lo comparan al 9/11.
Misterioso y preocupante, al leer los posts de los integrantes de la net social, detectar un síntoma de dependencia similar a la del drogadicto que requiere de tratamiento para la rehabilitación.

No me excluyo del fenómeno sociológico.

Fui Charlton Heston en El Planeta de los Simios por tres horas.

Por eso he decidido escribir sobre el síndrome de abstinencia que me tuvo ocupado más en intentar la re-conexión con el mundo virtual de following-followers, que buscar la obvia calma y continuar con mi día normal como el día de ayer y el anterior a éste, trabajando en lo que me corresponde, trabajo que no requiere en un 100% del uso de Twitter o Facebook.

No requiere, para ser sincero conmigo mismo, de ningún porcentaje y en nada afecta mi rendimiento el que esté o no ONLINE.

Pero, ya desde una mirada pavloviana, mi cerebro encontró una especie de intercambio sináptico con the world wide web que al sufrir un apagón, corta la luz interior entre mis neuronas y las deja como un niño en una casa sin luz eléctrica: en silencio, vulnerable, afectado.

Temeroso de quedar para siempre en tinieblas.

domingo, agosto 02, 2009

Sergio Meier (1966-2009)

Sergio Meier, escritor chileno de ciencia ficción from UnaBellezaNueva on Vimeo.

sobre insomnio.

y como cada noche desde ya varias noches desde varios meses hacia atrás sentado frente al teclado pensando que ocupar la mente y los ojos y saturar los hemisferios con letras vídeos música va a ser suficiente para ahogar al insomnio en su propia bruma pero la bruma es densa y no se mueve como el silencio a estas horas en esta noche que es la misma noche que ayer y será la de pasado mañana hasta que encuentre la manera de dejar el teclado y concentrarme en dormir pero si me concentro entonces estoy pensando ergo no estoy durmiendo y me lanzo a escribir sin puntos ni comas que más da si el cerebro va así cual vagón de metro que no para en estación alguna viajando por una línea infinita que se traduce en círculo y como esta noche que es la noche de las noches la noche absoluta que si tuviera que detenerse sería para mirarme en un espejo y verificar que las ojeras del insomnio siguen presentes lo que indica que el insomnio sigue perpetuo y que tendré que seguir pensando detrás de este teclado oscuro de letras blancas cómo finalmente aprovechar igual que un niño su cuna y dormir sin despertar sin que importe o moleste o interrumpa el vaivén del vagón de metro imaginario en mi cerebro que no se detiene en ningun estación de esta línea infinita.

sábado, agosto 01, 2009

McQueen: King of Cool.