martes, septiembre 25, 2007

No me digas nada.

Demasiado tarde. Siempre es tarde cuando se trata de asuntos importantes como pagar la cuenta del agua o impedir que la mujer a la que crees amar salga por la puerta principal del departamento que compraron y que detestas.
-No volveré, lo sabes -me dijo con voz de grabación telefónica y sin soltar su maleta.
-No vuelvas, no estaré esperando -respondí mientras buscaba en las gavetas tratando de recordar dónde había dejado la botella de Chivas 12 años.
Necesitaba un vaso, dos o tres hielos, romper el sello de la tapa del maldito perdido whisky y beber un anestesiante largo trago. Luego, servirme otro, encender la tele y subir el volumen para no escuchar el justo momento en que ella cerrara la puerta. Al tercer vaso, intentaría entonces convencerme que la vida sigue, más si hay siete mujeres por hombre en nuestro país. Era cosa de entrar al bar correcto con ojos de amor y derrota hasta que alguna de las siete entendiera el mensaje.
Lo otro, es si la cuenta del agua le correspondía pagarla a ella o a mí. Una cosa es el amor. Otra que te estafen.

La verdad siempre duele.

dilbert.
dilbert.

domingo, septiembre 23, 2007

Deje que lo consulte con la almohada.

insomnio

Es una noche de insomnio. Está mal dicho, me imagino, una noche no puede ser de insomnio. Es quién sufre el insomnio. Y supongo que si decimos insomnio se da por entendido que hablamos de horario nocturno, ya que sufrir insomnio diurno me parece una aberración psiquiátrica. Mentira. En poco menos de cien años la psiquiatría, especialidad que se ha tornado en oráculo para millones de pequeños individuos -me incluyo-, ha logrado justificar, aclarar, denominar y explicar cualquier trastorno anímico o de personalidad. Seamos justos y sinceros también, año a año, la psiquiatría modifica esto y lo otro en los distintos diagnósticos, acomodándose a decirle a la gente pequeña que el planeta se divide en a) neuróticos y b) depresivos.
Para el insomnio existe una variedad de píldoras capaces de abatir al más aguerrido insomne. Veamos: Somno, Ravotril, Seroquel, Olivin, Dormonid, Sominex, Nytol, Excedrin PM, Unisom, Zolpidem, Ambien, Zaleplon, Sonata, Estazolam, ProSom, Flurazepam, Dalmane, Temazepam, Restoril, Triazolam, Halcion, y otros que cuando recuerde, añadiré a esta lista. Algunos son inductores del sueño, algunos están bajo control de psicotrópicos, algunos son antipsicóticos y quién sabe para qué son los que olvidé, seguramente para tratar la epilepsia. Así es, porque combatir el insomnio muchas veces significa engañar al cerebro diciéndole "esta noche eres un cerebro epiléptico, arriba las manos y ríndete sin oponer resistencia" o "lo lamentamos -dice la pastilla ya diluída en la sangre-, nos han informado que usted es esquizofrénico limítrofe, por lo que nuestro deber es hacerlo dormir para que no enloquezca... arriba las manos y ríndase sin oponer resistencia". Y el 99,9% de los encuentros entre medicamento-cerebro dan como vencedor al medicamento. ¿Será el cerebro 3.000 veces mayor que la pildoríta? Y sí. Pero la alquímia de la modernidad y los poderosos conglomerados farmacéuticos consiguen que un preparado químico del porte de una lenteja le gane a un organismo entre 50 y 110 kilos. Lo he dicho y me da susto. A la mente me vino la imagen de un pitufo logrando ahorcarme. ¿Imposible? Pues si una lenteja te derrumba...
Mi remedio natural: escribir.
Bostezo.

Bostezo tentado de recurrir a una pastillita para que dé el primer empujoncito...
Qué más da.

Me falta escoger si esta noche soy epiléptico, esquizoide o tan sólo insomne.

insomnio.

jueves, septiembre 20, 2007

Money for nothin' and chicks for free.

reflexiones

Me causan tristeza aquellas sombras humanas.
O humanos vacuos de ojos de piedra.
Da igual.
Es imposible diferenciarlos si te los encuentras en el camino a casa.
Esté atardeciendo o sobre ti se sostengan de la nada las luces que no paran de hablar entre ellas, pequeñas luces que llamamos estrellas.

Los hombres y mujeres que por doloroso que sea, tatúan en su pecho el mapa que guía directo al oro más puro.
El oro de alquímia, el oro que pasado el tiempo se desgrana, se lo lleva el viento como oscuro polvo.

Pero esos humanos ciegos prefieren llenar cada bolsillo con oro que será arena antes de ver en los detalles el real valor del Todo.

Cientos de desconocidos elevan al cielo una pirámide.
En la pirámide cabe sólo uno.
Uno de aquellos que prefiere cortar la piel a latigazos del anciano que carga la piedra para su megalómano "existir para siempre".

Hoy las pirámides no son de roca.
Y algunas tienen ascensores.
Y el látigo no suele ser de cuero.
Suele ser un "muchas gracias por su devoción, pero ahora ya no le requiero".

Tristes humanos de alma tenue.
El oro es de billetes.
Y los billetes detienen el corazón de cualquiera, sobretodo si llegan a sumar tantos que se adquiere aquel poder otorgado por "me sobra el dinero".

Hombre.
Oro.
Muerte.

Pensabas que podías confiar en aquellos viajeros con el mapa tatuado al pecho.

Pues hoy, ahora, es de quienes primero te alejas.

reflexiones.

viernes, septiembre 14, 2007

El que sabe, sabe, y el que no, es jefe.

dilbert
dilbert


jueves, septiembre 06, 2007

Y qué.

downeydowney

Pensares.

arbus

Borges por Diane Arbus.


Estás confundido. No sabes qué escribir. Para qué escribir. Para quién.
Pensabas que el mundo solía susurrar en tu oído lo valioso de sus detalles.
Y de pronto, silencio. Los detalles no se mueven, no se expresan, no te toman en cuenta.
El mundo te olvida.

Pero entonces, llega a tus manos una llave.
Abres el silencio y una imagen te enfrenta.

Arbus y Borges.

Y el mundo comienza a susurrarte de nuevo.
Secretos.
Cientos de ellos.

Te dice que escribas, que los compartas, que hables de cada detalle...

borges

Dilbert&Co.

dilbert

dilbert

dilbertdilbert

martes, septiembre 04, 2007

domingo, septiembre 02, 2007

Recuerdos y volantines.

Domingo con ella.



la mujer de la que me enamoré no es perfecta.

algunos tenemos suerte.

sigue buscando.