jueves, agosto 06, 2009

twitt-book is down!

Se cae twitter y Facebook, y algunos se sienten como Charlton Heston en El Planeta de los Simios. Incomunicados, o quizás se entienda mejor ocupando el término "alienados", marginados, solitarios, solos, olvidados, sin nadie a quien acudir, desamparados, como cuando uno era pequeño y se cortaba la luz en casa y el espacio se convertía infinítamente más amplio, oscuro, siniestro. Quedabas al amparo de una vela, imaginando cosas, horribles cosas que habitaban el silencio en las sombras de cada esquina y rincón.
Caen por tres horas las redes sociales y lo comparan al 9/11.
Misterioso y preocupante, al leer los posts de los integrantes de la net social, detectar un síntoma de dependencia similar a la del drogadicto que requiere de tratamiento para la rehabilitación.

No me excluyo del fenómeno sociológico.

Fui Charlton Heston en El Planeta de los Simios por tres horas.

Por eso he decidido escribir sobre el síndrome de abstinencia que me tuvo ocupado más en intentar la re-conexión con el mundo virtual de following-followers, que buscar la obvia calma y continuar con mi día normal como el día de ayer y el anterior a éste, trabajando en lo que me corresponde, trabajo que no requiere en un 100% del uso de Twitter o Facebook.

No requiere, para ser sincero conmigo mismo, de ningún porcentaje y en nada afecta mi rendimiento el que esté o no ONLINE.

Pero, ya desde una mirada pavloviana, mi cerebro encontró una especie de intercambio sináptico con the world wide web que al sufrir un apagón, corta la luz interior entre mis neuronas y las deja como un niño en una casa sin luz eléctrica: en silencio, vulnerable, afectado.

Temeroso de quedar para siempre en tinieblas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aqui no puedo dejar de meter la tenaza, y de ahí me llevo el blog en pleno desarrollo de esta mañana de lunes en naufragio de horas que necesito ( cero brevedad hoy, por lo que veo)
¿Para qué es Twitter y FB si no es para creer que estamos acompañados?
En mis tiempos, si un amigo quería saber de ti, o invitarte a conversar, iba a tu casa, o te llamaba por teléfono. En mis tiempos para juntarse con alguien y conocerlo era precisamente juntarse y conocerse. Entre medio compartirse libros y escritos, porqué no. Hoy con asombro también estoy metida en comunicación por fibra óptica en donde este año mi Facebook se llenó de saludos para el cumpleaños, pero que al almuerzo a quienes convoqué llegaron tres ( los demás estaban muy ocupados) cosa que me hizo sentir parte de la comedia virtual, estar como en la tele, todos te miran y te publican pero en la mesa se ven los camaradas no?