jueves, septiembre 06, 2007
Pensares.
Estás confundido. No sabes qué escribir. Para qué escribir. Para quién.
Pensabas que el mundo solía susurrar en tu oído lo valioso de sus detalles.
Y de pronto, silencio. Los detalles no se mueven, no se expresan, no te toman en cuenta.
El mundo te olvida.
Pero entonces, llega a tus manos una llave.
Abres el silencio y una imagen te enfrenta.
Arbus y Borges.
Y el mundo comienza a susurrarte de nuevo.
Secretos.
Cientos de ellos.
Te dice que escribas, que los compartas, que hables de cada detalle...
borges
tecleado por Mat. cerca de las 12:32 a.m.
Etiquetas: Planosofismos.
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