Él bombardeó la ciudad y se llevó a muchos hijos a las sombras.
Ahora la tierra se lo comerá con deleite: cientos de maravillosos gusanos.
¿Cómo pudo hacer lo que hizo?
¿Qué impulso le controlaba?
Adiós, Dictador.
Espero nunca toparme con usted en alguna esquina.
10 de Diciembre, 2006
2 comentarios:
No se lo comerán los gusanos, porque lo van a cremar.
Será apenas un anticipo de lo que le espera en el infierno, porque ni siquiera pasará por el purgatorio, derechito a las llamas eternas por los pecados inconcebibles acumulados y ni siquiera confesados.
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Yo me hago las mismas preguntas Matías, pero por desgracia el veneno sigue estando presente, no fué el UNICO!.
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