Me dormí un instante y soñé. En el sueño, otro igual a mí, me representaba; uno más feliz, más serio, más amante, más risueño, más calmado, más sabio. Otro que tenía la vida perfecta. Otro igual a mí.
Cuando desperté del sueño, repetí mi nombre varias veces. Yo soy... Yo soy... Pero yo sé que el otro también lleva mi nombre.
El otro en el que me estoy convirtiendo.
Desde este sueño en adelante.
domingo, diciembre 10, 2006
(D)e(s)cisiones.
tecleado por Mat. cerca de las 6:09 a.m.
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