domingo, noviembre 12, 2006

Remember Sammy Jenkins: Días de Holbox.


Día 1. 11 de Noviembre.

Vi un gato amarrado con una cuerda al cuello y la cuerda llevaba a una pesa. Era un sistema ingenioso de esclavitud para un gato que de seguro iba pero nunca volvía. No quise preguntar quién era el ingenioso del sistema. Pero sí vi al gato.
Nos pasaron a recoger. Al mediodía. Yo, equivocado como siempre, pensé que nos pasarían a recoger a las 10, por lo que perdí horas de sueño, puesto que mi señora esposa despierta a las 7 aquí y en la quebrada de…
Luego, al aeropuerto. Una pareja de alemanes suben. Se inicia el viaje a Holbox, la isla de las ideas y de los guiones. Vale decir yo, porque mi señora esposa vino a tirarse al sol, de guata, a beber sus adorados tequilas margaritas y buscar vestigios Maya en la orilla de la playa, la verde playa, la playa turquesa de Holbox.
Casa Sandra se llama el hotel donde llegamos. Pero antes de llegar, hay que cruzar en lancha y si tienes suerte, verás un delfín o dos. Yo vi uno. O parte de uno. Nadie más lo vio.
Llegamos a la isla. Nos bajamos del botecito y nos subimos a un carrito de golf (que son los taxis por aquí) que nos trajo a Casa Sandra, donde te recibe Sandra, una delgada y simpática cubana-holboxiana.
Luego, la habitación: perfecta. Le hace honores al “slogan” del hotel “con sentido humano”. M se quiere llevar el baño y las lozas del baño y todo el baño porque es precioso.
(Intermedio: Siesta)
Final: quedarme dormido sobre la cama.
Mañana llega el otro contingente de guionistas antes de comenzar el seminario el lunes…

No hay comentarios.: