sábado, diciembre 24, 2005

¡Feliz Navidad! (pero ojalá no llegues a La Moneda)

¿Quién dijo que estas fiestas eran para tener buena voluntad hacia el otro? ¿Los candidatos a la presidencia?

Se podrán decir muchas cosas sobre ellos.
Pero comparemos la buena onda que transmiten ambos:

El regalo de Bachelet a Piñera fue un Bonsai: "es sinónimo de vida, de paz y tranquilidad, que es lo que yo les deseo a Sebastián y a todos los chilenos en estas fiestas y para el próximo año".

¿Interpretación? Relájate, Seba. El Bonsai es un concepto, una idea, pero nunca crece para alcanzar el tamaño de lo que representa.

El regalo de Piñera a Bachelet fue un estetoscopio y un salvavidas: "Yo le he enviado un estetoscopio, porque ella es doctora y probablemente tendrá que seguir ejerciendo en el futuro. Le he mandado también un equipo para el verano, porque en el lago Caburgua se requiere de salvavidas, de protector solar y de muchas cosas".

¿Interpretación? Que Bachelet se vaya buscando un hospital o poner un consultorio, porque él, el grande, el majestuoso, ya tiene asegurada La Moneda. Lo del equipo para el verano, está clarísimo: como él, el magnánimo Piñera este 15 de enero va a tener su juguete nuevo, un país entero, le está diciendo a Bachelet que vaya tendiendo la toalla y se relaje después de perder.

El regalo de Bachelet insinuaba un ataque, pero de bajo perfil.
El regalo de Piñera, simplemente, es de mal gusto, agresivo y pasado de la raya: demuestra que dentro de él hay un hombre que no hace bromas, sino amenazas. O sarcasmos fuera de tono que trata de hacer pasar por bromas, cuando parecen más bien una demostración de cómo perfila a sus competidores: gente inferior.

Y yo que pensé que al competidor nunca había que subestimarlo.

No hay comentarios.: