sábado, julio 16, 2005

Conflictos que llevan a otros.

Un español, venido de Asturias, se empeñó en tomar micro para moverse por Santiago. En uno de los paraderos se topa con "el típico chileno" como diría cualquier Asturiano que lo viera. Le urge hablar con el chileno.
-Hey, tío, que tienes un apio que te sale por la oreja, joder.
El chileno, asustado en un principio, fingió no escuchar la estupidez del español. Seguro era algo que se decía en España.
-Venga, tío, que no es broma, que te sale un apio por lo oreja, te dicen, ¿eres mongol?
-¡Pero de que chucha me hablas! ¿Ah? ¡Déjame tranquilo, español conch%&$?@...
-¡Pero que te sale un apio, gilipollas, cómo vas a andar por ahí con el apio! ¿¡Pero es que acaso no te das cuenta, joder, no sientes el apio saliendo de tu puta oreja!?
El chileno se tira sobre el Asturiano. Con un maletín de cuero que lleva le da en plena cabeza al asturiano.
-¡Venga, vale, que te den, si quieres andar con el apio en la oreja es cosa tuya!
-¡Qué apio, español de mierda, pero de qué apio me hablas!
Llega la micro. Se abre la puerta y el chofer queda mirando al español y al chileno.
-¿Suben? -les pregunta amable.
El chileno se pone pálido.
-Oiga, chofer...
-¿Sí?
-Usted... ¿Sabe que de la oreja le salen... unos rabanitos?
El chofer mira al chileno. Cierra la puerta y se va. El español mira al bus.
-¿Tenía unos rabanitos? -preguntó intrigado.
-Los tenía... -el chileno se pone a llorar y se apoya en el español, quien le dice que se calme, que de seguro es cosa de cosechar el apio para que quede como antes.

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