sábado, julio 16, 2005

Accidentalemente debo decirlo.

M. analiza cosas. Artefactos arqueológicos. Ella tiene un mini-lab que llamamos El Lab de Dexter. Ahí mide, dibuja, fotografía, compara, limpia, ordena, cataloga los cientos de materiales que llegan de las excavaciones. Tengo, a saber, más de 6.000 años en historia humana en nuestra casa. No sé si son 6.000 justos, tal vez, menos. El punto es otro.

Me pide que le ayude. Está haciendo un informe que para mí parece ya la Enciclopedia Británica. Para ella, es poco. Quiero analizarlo todo, sacar conclusiones. Quiere saber qué esconden los artefactos que usaron los hombres mucho tiempo atrás. La corroe la curiosidad tanto de mujer como de arquéologa. Ella sólo quiere saber.

Me dice: toma estas fichas y rellena por favor estas otras poniendo ahí justo ahí el sexo y la edad dependiendo de la fosa y número de esqueleto es muy simple.

"¿Esqueletos?"

Claro. Los fosas donde se encontraron los cuerpos que tenían como acompañamiento las ofrendas que M. venía analizando.

Femenino. Adulto. Masculino. Nonato. 0-10 años. 20-25 años. No determinado.

Cientos de personas. Enterradas. Y sus ofrendas en nuestra casa. Analizadas por M.

Entendí perfectamente al chequear el trabajo hecho por ella que me había casado con un Premio Nobel.

Y todo comenzó en Dexter's Lab.

2 comentarios:

M dijo...

Debo decir que son "sólo" unos 3000 años...

M dijo...

y tu teoría de la conspiración y exterminio? podría titularse un post: de cómo interpreta un cineasta una base de datos de un cementerio... o algo así, no lo sé...