Creer que la vida es fácil demanda más atención de la que dispones. Pero, fácil o compleja, lo importante es tener una.
Pues en mi caso, bastó la llegada de un sofá para sonreír y percibir que, paso a paso, el camino se recorre igual. Nunca he sido impulsivo. Mi novia tampoco, pero el sofá fue como la acreditación de que nuestra vida va para adelante.
Es cosa de decir: aquí estoy y aquí me quedo, nadie me mueve.
Ella y yo y nuestro espacio.
Día feliz.
viernes, febrero 04, 2005
Hogar, nuevo y con puerta.
tecleado por Mat. cerca de las 3:53 p.m.
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