viernes, febrero 04, 2005

Tendido mirando el techo.

¿Para qué un blog? La verdad, de curioso. Y por un recuerdo que me asaltó repentinamente, mientras estaba en la ociosa posición de filósofo en mi cama de menos de una plaza: en quinto básico quise vender historias a mis compañeros donde ellos fueran los protagonistas. Pero no era el dinero, sólo quería que me leyeran. Por supuesto que todos mis asaltos de creatividad en materia de negocios a esa edad solían terminar en un "qué lata". ¿O vergüenza?

Tengo 26 años y voy a morir. No pronto, por eso no se preocupen, pero algún día me tengo que morir ¿no?

Descargando datos y memoria...

No hay comentarios.: