hijo mío: cuando yo no esté, tú perdurarás.
fuera yo de este mundo, tú estarás caminando en Marte, si le creemos al trabajólico de Elon Musk.
planta ahí una semilla en mi nombre de ser posible, o al menos recuérdame en una tarde marciana, sea como sea que son.
recorre cada rincón de ese planeta y si puedes lleva mis cenizas y las tiras al viento, o al vacío, repito: no tengo idea cómo funciona Marte.
si puedes amar, ama lejos de esta llamada Tierra: las marcianas me parece serán más alegres, con más ansias de tener aventuras y descubrir tanto en ti como en Marte nuevas capas y firmamentos.
o si amas aquí, comparte algo también allá.
lo que quiero decir es que no te limites: mira al cielo, es infinito, y en esa infinitud se encuentra Marte.
¿cómo no vas a querer ser parte de una nueva humanidad?
cuando llegues a Marte, no conquistes: esa fue una mala estrategia acá que arruinó no sólo pueblos, sino naciones enteras.
llévanos a tu madre y a mí en el corazón cuando pises por primera vez el planeta rojo.
no todos los días se deja una huella que antes no existía.
en fin, hijo mío, ve a Marte sin miedo: yo estaré quizá dónde, pero seguro que algo en ese planeta te recordará nuestros buenos momentos juntos.
porque llegar a Marte es significado de esperanza.
y tengo la esperanza que se te abran nuevos horizontes.
que seas libre.
aquí y allá.
pero más allá, que de seguro será renovar el espíritu de cualquier hombre.
como dije: no todos los días se conoce la geografía de un planeta que llaman ROJO.
tu padre,
M.
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