jueves, septiembre 09, 2010

Pasado el presente.

Últimamente no pienso en el futuro. Arrastro, no sé porqué, el pasado con las fuerzas del presente y los recuerdos se tornan confusos. En algún momento me tropecé y fui a dar, quién lo pensara, encima de mi sombra. Entonces todo se tornó confuso. El pasado cayó sobre el futuro y el futuro arrastró al presente y los tres me atraparon junto a mi sombra. La pregunta es, ¿Qué existe en mi pasado que valga la pena cargar en el presente? ¿Qué futuro es el que debería estar pensando? Porque algo debe estar a la vuelta de la esquina. No se puede existir sin futuro, sólo una estatua logra esa proeza. Y de estatua nada tengo, me miro las manos y son piel, carne y sangre, no blancas, frías y de mármol.

No quiero ser de mármol.

Quiero recordar hoy qué pensé para mañana antes de ver el sol salir.

No hay comentarios.: