sábado, marzo 27, 2010

Nike: de valiente, nada.

Veo pasar a un ciclista montado en su bicicleta radiante, creo que cromada, no sé, el sol rebotaba en su manubrio, y los rayos de las ruedas se tornaban en girasol la luz (pre)potente, y va el ciclista y pasa en frente de un mendigo que arrastra su carro de supermercado con esfuerzo y el delirio de la borrachera o la abstinencia, el asunto es que lleva un solo zapato, el otro pie descalzo, me miro los pies y veo zapatillas nuevas, las que tienen nombre de diosa griega, la de la victoria, pero qué tiene de victorioso pasearse con zapatillas de dios griego frente al vagabundo que día a día muere, y que se joda el que diga, No seas melodramático, o la estupidez, El sistema es así y nada se puede hacer porque la pirámide social lo requiere -pobreza mayor a mayor riqueza-, y yo no tengo mucho que aportar, tal vez debería haber hecho algo en concreto en vez de hablar de ciclistas, bicicletas y sistemas que no funcionan, tal vez debería haberle regalado al vago la diosa de la victoria y regresar yo en calcetines a la casa y ponerme el otro par que tengo, pero creo que en color azul.

Ah, verdad.

El sistema tiene restringido ese tipo de proezas.

1 comentario:

Mariana dijo...

No se preocupe Matías. Las angustias del beodo no se solventarían con unas zapatillas ó zapatos. Quizá no sea ese su mayor problema.

Ay! el sistema!!. El sistema organizado por hombres, hombres al fin, como el beodo!!, pero diferentes.