jueves, febrero 25, 2010

Anécdotas de mi padre.

Mi señor padre un día llamó por teléfono. Fue más o menos así:

-Buenas tardes... ¿Podría hablar con Juan Pérez Bustos?

Y la respuesta de la secretaria fue algo como:

-Disculpe, pero aquí no trabaja nadie que sea francés.

Mi padre cortó desconcertado y la secretaria seguramente cortó feliz de haber realizado de nuevo "correctamente" su trabajo.

En fin.

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