Carta en Simples Palabras.

aquí va.
llevo demasiado tiempo en silencio.
demasiado sin decir nada, pero viviendo feroces batallas por dentro.

espero tengas tiempo de escucharme.
un par de líneas.
una sencilla confesión sobre el dolor y la esperanza.

he decidido despojarme de las cadenas.
soltar los grilletes.
abrir la celda.

buscar el sol.
o bien dicho, enfrentarse al mundo que le ilumina.

la ausencia de mi hermano es un gris silencio.
respeto su decisión puesto es mi hermano mayor.
pero no comparto la libertad que se supone otorga el suicidio.

y la pregunta clave se manifiesta como un eco:
¿qué fue, hermano, lo que ensombreció tu vida tanto que preferiste dejar de respirar antes de enfrentar los demonios que te acosaban?

¿por qué el abandono?
¿cuánto sufrías?

a veces me culpo.
a veces tengo rabia hacia ti.

a veces quiero abrir el mundo como si fuera una ácida naranja y probar la savia agridulce de la vida.

la savia que entró a tus venas y envenenó tus días.
y ahora yaces dos metros bajo tierra...

es triste.
desgarrador.

te levantas con aquel dolor y te acuestas con el.
pero también me permito una sonrisa al recordar momentos juntos...

mi hermano mayor y su final.