Cetá.

Un libro inspira al que imagina. Al que ve en el mundo telarañas que los otros sólo atraviesan. Ideas. Genera ideas.

Alguien paga y se hace película.

Zodiac es una especie de leyenda urbana para los gringos. Un asesino que ronda, libre. Un demonio suelto por las calles. Jack el Destripador versión siglo XXI. Alguna vez se tenía que repetir el patrón del asesino en serie del inglés ese (o norteamericano, se sospecha) que con sus instrumentos quirúrgicos jugaba al doctor con los cuerpos de prostitutas.

Digamos que el mundo tiene su parte enferma. Como todo sistema. Un error de código. Y nacen estos humanos y traen los genes podridos.

Y matan.

Zodiac es la historia de un caricaturista que se obsesiona con uno de los mayores asesinos en serie en la historia norteamericana.

Más de treinta años cuenta la película. El seguimiento. La caza mutua. El hombre es el animal más peligroso que existe. Tiene conciencia. Moral. Sabe a lo que se enfrenta si provoca la muerte o arriesga la vida para atrapar a un fantasma, un psicópata que esquiva la justicia y el castigo justo.

Si sólo eres un hombre. Un dibujante cuya obsesión supera tu sentido de sobrevivencia.

Sólo deseas ver a Zodiac a los ojos y conocer al hombre detrás del misterio.
Sentir que la caza nunca fue en vano.