sábado, abril 28, 2007

Eso de festejar el cumpleaños.

Ayer, 27, mi único padre estuvo de cumpleaños. Como siempre mi madre le preparó una cena perfecta, pero ella lo niega, en sus gestos y comentarios, No se me ocurrió nada más, menos mal que...

Si me dicen que reservar una paella con horario de entrega en un local que se trasladó de estar a un par de cuadras del departamento a Las Condes con Tabancura no demuestra una sincera preocupación, bien, que alguien me postee y me cuente una historia que demuestre tan claro y natural acto de sincera preocupación de una esposa a su marido.

Nunca sé cuántos cumple mi padre. Pero sé el año que nació. Aunque nunca saco la cuenta. Que tenga los que deba tener, para mí la verdad es que tanto él como mi madre no envejecen. Canas, arrugas, calvicie... los signos "humanos" si los percibo, es el espíritu el que no les cambia y, así entonces, nunca dejan de ser las personas que son y tanto admiro, por mucho que la vida trate de disfrazarlos con la imagen del tiempo que transcurre. Del devenir de nuestra historia.

Comenté, creo, que mi hermano solía regalarme para el cumpleaños un libro que yo ya tenía. Bueno, para el cumpleaños de mi padre cometí el mismo error, le regalé un libro que ya tenía y que además me había prestado. Coincidencias. Tradiciones. Leyendas que quedan.

27 de Abril.
Feliz cumpleaños, viejo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Debiera servirte de lección, y la próxima vez, interesarte un poco más por lo que lee ó ha leido, él que puso la semilla, que luego germinó, e hizo que llegaras hasta aqui, (el movimiento se demuestra andando), claro, que a veces, estamos demasiado imbuidos en nosotros, como para mirar más allá.