sábado, febrero 24, 2007

Ficha.

De chico le gustaban las plantas. Así me ha llegado la historia al menos. Y cuenta además la leyenda que su interés era seriamente botánico, no de niño que se emboba con una cosa tan rara como una hoja.

Años después fue médico y manejaba los misterios de la biología con tanta certeza, que sus diagnósticos eran certeros en un 99.9%.

Así también lo recuerdan sus pacientes.
Lo extrañan.
El afecto que imprimía a cada consulta.
A cada paciente.

Fue médico. Lo sigue siendo. Y si un cielo existe, mi hermano aportó bastante más que la mayoría de los ciudadanos entre los cuales me cuento.

Salvaba vidas.
Las heridas las curaba.
oía las penas y brindaba consejos.
Compartía la alegría de quienes lograban tener esperanzas.

Se le partía el corazón con la pérdida de algún paciente.

Era así el médico de mi hermano.
Pensar que todo empezó con las plantas y el misterio que significaron para un niño.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las plantas, son vida Matías, nada hay de misterioso en ello.

Anónimo dijo...

Hola Matías soy la Javi es raro siempre esperé meterme en tu blog pero hasta hoy no lo hice. Y ahora que estoy aquí me tocó leer cosas muy dolorosas en tu espacio. Sólo te escribo para saludarte y aunque te haya conocido muy poquito, no puedo dejar de decirte que lo siento mucho y que te deseo lo mejor en tus proyectos. Sólo puedo rezar por tí y por los tuyos para que encuentren un poquito de paz.
Un abrazote
JAVI