jueves, julio 13, 2006

After the Tone...

Antes de contar lo que quiero contar, me gustaría compartir mi asombro por la tecnología. Como ni a M ni a mí nos gusta contestar el teléfono, compramos una de esas máquinas que contestan por uno, a la que le dejas un mensaje grabado estilo "después del BIP...", pero por supuesto que después del BIP nadie deja su mensaje, algo insólito porque si quien llama tiene el número de nuestra casa es obviamente un conocido. A menos que sea una promotora de esos planes de tiempo compartido que nunca he entendido, a la cual le agradezco no deje recado.
Hurgando en las funciones de la maquinita, descubrimos que se pueden rescatar los mensajes que te han dejado desde cualquier teléfono, siempre y cuando te sepas la clave correcta. Función que resulta cómoda si nos vamos de viaje, por ejemplo, pero no seamos ingenuos, nadie va a dejar su mensaje después del BIP estemos en la casa o de expedición por la tundra.
Pero mi asombro no despierta por aquella función, no, no, es otra, una "cool": si llamo desde otro teléfono tengo la opción de monitorear la habitación, o sea, de espiar mi propia casa a través de la maquinita escuchando qué está pasando en ella. Desde luego que la vez que lo intente, sólo escucharé silencio. Pero al menos podré pensar que la maquinita tiene un uso excepcional aunque nadie deje su recado después del BIP.

¿Lo otro que quería contar? Pues que mi amigo director de cine MR dijo algo notable sobre mi amigo director de cine MB: "él no choca contra las paredes, las atraviesa". Notable.

No hay comentarios.: