Ella;
entro en la habitación pálida,
ambiciosa,
por la puerta el deseo no pide permiso:
como una gotera
del techo se dirigen los aromas,
las pálidas manos removiendo el viento,
un suspiro antes de dormir,
la recuerdo
tendida,
despierta,
las pálidas manos alisando la almohada:
invitando al sueño.
Melancolía,
extrañar cuando no se tiene.
Echar de menos.
M ha zarpado a una isla,
es una musa de los vientos,
pálida,
hermosa,
una isla forman mis brazos
rodeando el recuerdo.
Extrañar.
Sentir por dentro.
El regreso.
lunes, febrero 13, 2006
"La poesía no es una locura: es una ciencia".
tecleado por Mat. cerca de las 9:54 p.m.
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