jueves, febrero 09, 2006

La cabeza como piñata. El mundo como piñata. Una opinión-espejismo bajo el sol tirano.

Los sesos no son dulces o barras de chocolate o caramelos o gomitas o cualquier cosa provoca-caries.
Los sesos están dentro del cerebro, el cerebro flota dentro del cráneo, el cráneo ajustado al cuello, el cuello que desemboca en los hombros.
El cráneo no es una piñata ni los sesos una peladilla recompensa.
Y tengo la cabeza como piñata: balanceándose como barco a la deriva, colgando de un hilo imaginario, esperando el golpe, aquél golpe, el golpe certero de un niño alegre -podría ser la vida- para abrir la caja de mi "testa" y liberar el confite de mis pensamientos.
¿Y si no hay pensamientos? Defraudar al niño, lamentable.
Es que tengo la cabeza como piñata, no una piñata llena de tesoros: una piñata aguardando el golpe certero.
Es el calor, pienso, el calor y la luz y la necesidad de agua y el exceso de ropa y muchos sienten su cabeza como una piñata.
El mundo, por ejemplo. Piñata que aún no recibe el golpe certero, pero alguien, algún grupo, alguna nación, cierto gobierno, o todos los países, reventarán al mundo-piñata: y será como abrir la caja de Pandora.
Dioses del aquí y el más allá, poneos de acuerdo y dejad de festejar lo que sea que estén celebrando, ya me basta tener la cabeza como piñata. El mundo tiene que ser una amplia sonrisa, no un juego o un recipiente de confites venenosos...

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