domingo, diciembre 18, 2005

Estilo BosqueSagrado.

-No me parece verosímil.
-De qué me hablas.
-Del final, que no es creíble, nadie va a creer en la secuencia donde el dinosaurio mutante muere a manos de la mujer que recién salió del coma.
-¡Pero si eso es perfecto, nadie se espera que la mujer del científico-sicario logre despertar, descolgarse por la ventana y bajar los 15 pisos! Imagina el plano, está lloviendo, la cámara sale de la pieza de hospital, se eleva, quedamos en un cenital de ella mirando hacia abajo, comienza a bajar, la cámara desciende, nos quedamos en un frontal de ella, mientras...
-Sí, sí, todos esos juguetes los tenemos, pero insisto, el dinosaurio mutante no puede morir a manos de una mujer que damos por muerta durante casi toda la película. Además ya sabes quién interpreta al doctor-sicario, no va a dejar que la película se la lleve una mujer en coma, nos conviene mantenerlo feliz, si no, esta película no vende.
-¿No vende? ¿Crees que depende del actor? ¡El guión es fantástico y ya tengo todo en la cabeza, va a ser una película entretenida, con tensión, romance, todo lo que necesitamos para que en las salas se venda un montón de popcorn!
-Ya... "El Dinosaurio mutante"... ¿Sabes hace cuánto que dejaron de hacer esas películas a esta escala, con este presupuesto millonario? ¡Desde los cincuenta, ahora sólo se hacen de manera independiente! Sin ese actor, se hunde todo. Y no lo discuto más, me cambias el final.
-Pero...
-¿Pero quieres hacer tu película?
-Por supuesto.
-Entonces anda ajustándola a quienes te están apoyando...
-Era mi sueño... la secuencia del dinosaurio mutante y la mujer en coma... era perfecto...
-Era. Tú lo dijiste. ¿Pero no eres tan ingenioso? Si lograste venderle al estudio una película de seres del pasado mutantes, ¿cómo no vas a poder idear algo para que no pierda la fuerza que según tú tiene ahora?
-Lo voy a intentar.
-Muy bien. Tienes 24 horas.
-¡¿Qué?!
-Bienvenido al sistema. Espero en mi oficina la nueva versión del guión a primera hora.
-¡Pero si son las 4 de la mañana!
-¿Entonces no deberías estar trabajando? Porque ya no son 24 horas, es en 5 horas. Yo sé que puedes. Nos vemos.

El productor abre la puerta y se va. El director-guionista se queda en silencio un momento. Luego, cree que lo mejor será tomarse un café para comenzar a escribir los cambios. Una tarea que parece imposible, pero por alguna razón, siempre se llega a la meta.

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