Cada evento, en cada día, debería dejar su huella. Y, lamentablemente, en mí la estela de emociones y sentidos se marca sobre la superficie material de las horas, pero nada queda en mi cerebro unplugged.
Como Funes el memorioso, aunque lo opuesto y contrario: tabula rasa.
Se supone debo escribir con recuerdos la historia de mi vida.
Pero no con mi cerebro unplugged.
Me harán falta vitaminas.
O tener fe.
Lo que debo hacer es enchufar mi cerebro unplugged.
viernes, noviembre 25, 2005
Cerebro unplugged.
tecleado por Mat. cerca de las 9:36 a.m.
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