viernes, noviembre 25, 2005

Cerebro unplugged.

Cada evento, en cada día, debería dejar su huella. Y, lamentablemente, en mí la estela de emociones y sentidos se marca sobre la superficie material de las horas, pero nada queda en mi cerebro unplugged.

Como Funes el memorioso, aunque lo opuesto y contrario: tabula rasa.

Se supone debo escribir con recuerdos la historia de mi vida.
Pero no con mi cerebro unplugged.

Me harán falta vitaminas.
O tener fe.

Lo que debo hacer es enchufar mi cerebro unplugged.

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