lunes, octubre 10, 2005

Refugio bajo el Cielo.

No hay refugio para el desolado
porque arrastra los desiertos
y la sequía de los amores:

no hay conjuro para divinizar nuevos planetas
crear nuevos sistemas
arrojar al desolado a la sombra carcelaria del infinito.

Somos hombres
hombres circulares
hombres de carne mitológica
sin poderes
súperpoderes
o garantía de hechizo.

¿Qué paz busca este hombre de hoja en blanco?
¿Qué paz rescato del latido inconforme de mi sombra?
Mi sombra, el perfil opaco de mis sentimientos:

El desterrado Renacimiento.

Porque hoy el hombre se mira hacia adentro
cuando en una vitrina se encuentra con el ojo eléctrico de una cámara
y reiterado en las pantallas
se saluda como en el espejo:

el hombre se mira y es un hombre de fotones.

Inestable, de partículas, de trayecto.

Sin conciencia.

No hay refugio para el desolado
y su desierto de amor drenado.

No hay comentarios.: