viernes, octubre 14, 2005

La vida en sociedad y las leves murallas que nos separan.

Como ser humano común y corriente que vive a inicios del siglo XXI el sol aún me sirve para secar la ropa. Aunque tengo secadora, pero vengo sospechando que en su descaro de máquina sin sentimientos me encoge las poleras de tanto en tanto.
Mi vecina se toma un café-café (por lo que percibo mediante el viento, que arrastra un olor a grano colombiano) acompañada de otros dos adultos, que por sus voces me percato son más jóvenes que ella. No es de entrometido, sólo de accidental presencia justo cuando mi vecina compartía un café con dos personas. Y el tema iba así:

"Los narcotraficantes en las selvas de Colombia, esos son delincuentes. Los que estafan al fisco y al Estado y roban a la gente, esos son delincuentes. Los políticos corruptos, que se escudan en su calidad de senador otorgada por nosotros, esos son delincuentes. Los que roban por hambre, esos son ladrones. Los que asaltan a la gente en la calle, esos son ladrones. Y no digo que los ladrones sean buenos o merezcan la compasión del ciudadano, pero es cosa de ver las cifras y se puede decir que jamás procesan a los delincuentes, sino que están los juzgados llenos de ladrones. Eso es poner una esponja debajo de la gotera en vez de arreglar la llave. Por ejemplo, Novoa, que estuvo involucrado en el caso de los niños, ese es un delincuente, y grave, que más encima dicen se aprovecha de su mujer, ya no sé bien cómo es el cuento, pero ese Novoa salió libre y por qué, por el poder que le otorgamos nosotros con el voto y el dinero que había detrás para respaldarlo..."

En aquél punto de su exposición estaba ella cuando sonó el teléfono. Y ya había terminado de colgar la ropa.
Entré. Contesté, era mi padre. Al colgar, comencé a escribir lo que había oído. Y aquí está.

1 comentario:

lunática dijo...

Me gusto la manera en que está escrito, se siente casual de una buena manera.
Unbesito
Te estoy leyendo
Chau