Que me cremen.
Y de un bote, mirando la península,
al viento de Tongoy.
Mirar la superficie,
encender el motor,
viaje a la orilla.
Ustedes saben:
¡Niño alegre de vacaciones!
Atardecer.
Mar.
Playa.
Las cenizas sabrán
reconocer las huellas
en aquella arena.
Dicho.
Y hecho.
3 de Septiembre, 2005.
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