M me cuenta que fue a nadar. De 9:30 a 10:20. En los camarines, mientras se cambiaba, notó que un tipo vestido como entrenador estaba parado, como si nada, ante la puerta. Tolerante, pensó que se iría de inmediato. Pero el tipo seguía ahí. Entonces no aguantó más.
-¿Podrías esperar afuera? -le dijo.
Una señora apareció de las duchas.
-Oh, oh, disculpe -le dijo a M-, es mi hijo autista.
M pidió mil disculpas. ¿Cómo iba a saber ella que semejante condición fantasma iba a aparecer en un tipo vestido como entrenador ante la puerta del camarín de damas? Only God knows.
jueves, septiembre 01, 2005
Fe de erratas.
tecleado por Mat. cerca de las 10:27 a.m.
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