miércoles, agosto 31, 2005

A mi Gdalitis.

Mis últimas palabras.

Anoche mi cuerpo se sacudió
eléctrico y estocado por el infierno:

pero si no es nada
con dos pastillas cada 12 horas te mejoras
en 10 días.

¿Y la tristeza?
¿En qué la sumerjo?

¿En anís y whisky?
¿En oraciones?

¿En comprar lo que no puedo?

Como el tibio
cercano
amor
que respira sobre mi cuello:

Temblé
como ciudad en ruinas
y ella fue sobreviviente:

me quedó mirando hasta que caí dormido.

Amor...
Cercano...

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