lunes, junio 13, 2005

S.D.A. o la pérdida de la memoria. 2da parte

…continuación de “S.D.A. o la pérdida de la memoria. 1ra parte”, publicada en www.tuerto.blogspot.com...

Las voces, Doctor Gonzáles, A pabellón, el pequeño y firme culo, la blanca luz, ¿es el sol?, no, el sol no es blanco sobre fondo blanco, ¿Por qué no me podía mover?

Estaba tendido, planchado, inerte por el Valium intravenoso que agitaba mi sangre, joder, y me comenzaba a picar la cabeza. Una áspera y enorme mano entonces agarró mi cráneo como si fuera un gajo de uva y apuntó mis desenfocados ojos hacia un póster que mostraba un cerebro caricaturizado, didáctico, como la chispita de chilectra.

Pensé en huir. Pero el hilo de baba que podía sentir correr de mi boca a la almohada era la evidencia que por un rato no tendría más agilidad que un brócoli cocinado al vapor.

Veamos, veamos, usted no se preocupe, que ya le muestro cómo lo vamos a arreglar, dijo una vocecilla. ¿Doctor Gonzáles?, Sí, ese soy yo, ¿No lo están llamando a pabellón?, Ajá, veo que algo de atención mantiene, ya podrán lobotomizar al otro sin mi ayuda, sigamos con usted.

La lobotomía es que te saquen, como vil manzana podrida, el pedazo malo que tienes en algún hemisferio. ¿Quién me dejó ahí? ¿Quién podría desear que me dejaran muerto en vida? ¿Tenía familia? ¿Estaba loco?

¿Estoy loco?, NO, pero qué ocurrencias, usted sólo sufre de S.D.A. y pérdida de la memoria, algo bastante común en individuos con historial como el suyo, pero sigamos –una varita telescópica apuntó al cerebro dibujado- para que me entienda, le explicaré lo que ocurre en estos momentos en su infectado cerebro, si me sigue con los aturdidos ojos, verá que en esta parte la sinapsis…

Me quedé fijo mirando los ojos del cerebro-caricatura. Dejé de oír al doctor Gonzáles. Me hundí en la mirada del cerebro buscando el camino a mi propio cerebro, al núcleo de los recuerdos, y localicé una emisión punzante de dolor en la nuca, ¡CRASH!, en un milisegundo reviví el latigazo de un golpe contra un vidrio, ¿un accidente?

…Y en definitiva, eso es lo que usted tiene, ¿me entendió? Perfectamente, le mentí al doctor Gonzáles, justo en el instante que las puertas a mis espaldas se abrían empujadas por una turba de chillonas enfermeras, ¡DOCTOR GONZÁLES, EL HITLER DEL PABELLÓN 3 SE ESTÁ TRATANDO DE AUTOEXTERMINAR CON EL BOLLO DE MIEL DEL DESAYUNO, SU ESQUIZOFRENIA MUTÓ EN ALGO INCLASIFICABLE, AHORA SE CREE NAZI Y JUDIO Y…!, ¡SILENCIO!, chilló a su vez el doctor Gonzáles, ¡ese Hitler nos ha causado más problemas que el Ghengis Kahn del 2 o el Napoleón de las celdas de aislamiento, miren que creerse nazi y judío y desaprovechar el bollo de miel del desayuno…!

Se fue la voz del doctor acompañada de los chillidos de las enfermeras. Regresó sólo para decir, Elmías, llévate al chico a la sala acolchada y hazle las preguntas del cuestionario, y por favor, no quiero maltratos…

La gorilezca mano giró nuevamente mi cabeza y distinguí una cabezota tatuada con una cara parecida a los guardias de Jabba en El Regreso del Jedi. No se preocupe, le dijo Elmías-Brutus, esta vez prometo hacer sólo las preguntas.

Entonces me levantó como si yo fuera menos que un kilo de plumas y lanzó la jalea de mi cuerpo –y pude sentir que era usual en él jugar a lanzar humanos, sólo para probar su puntería- a la camilla que estaba a medio metro.

Elmías me llevó por los pasillos. Logré articular la mano izquierda. Hablé: ¿Sabes qué hago aquí? Respondió el Elmías-Jabba: ¿Qué nadie te ha dicho por qué te han traído? Uf, carajos, chico, tienes que saberlo, porque lo tuyo es más que S.D.A. o pérdida de la memoria, es mucho peor, deja que te cuente…

Continúa en www.tuerto.blogspot.com

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