viernes, marzo 04, 2005

La música en estos días y la voz del futuro.

Fuimos a Emir. Mi novia pagó las entradas. Desperté con un llamado de ella: hoy toca E.K. con la No Smoking Orchestra, ¿vamos? Ok, vamos. El año pasado estuvo entretenido. Buena música, intensa, y K. tocando. No tocando como Jimmy, pero rasgando las cuerdas.

Llegamos al Víctor Jara. Plétoro de expectantes seguidores. ¡UNZA, UNZA! se escuchaba.

Yo preví lo que se venía: una masa uniforme de gitanos-neo-hippies saltando como si fuera concierto de Ánthrax. Decidí proteger a mi novia rodeándola con mis brazos evitando que volara por los aires a causa y efecto del saltar mongoloide de algunos frenéticos beodos. Empujé a varios. Varios trataron de botarme. Pero para relajar el ánimo, más que concentrarme en el concierto, enfoqué la mirada en Emir y cómo dirigía a los dos cámaras que grababan el concierto. Emir en vivo. Emir en vivo dirigiendo.

Algo más tenía en mente.

Se fue como la rama que cae luego de la tormenta en el torrentoso río desbordado.

(¿Sabían que el Conace dice que el 6% de los chilenos ha probado la marihuana? ¿Qué pasó con el 80% de los jóvenes que dijeron haber probado la marihuana? ¿Y el 90% que dice tomar habitualmente alcohol? ¿Quién trata de engañar a quién?)

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