hermano.
decidí, ahora, a las 2:08 am que te voy a escribir.
no cartas angustiosas, llenas de oraciones llevadas por la armonía de la poesía.
la tormenta perfecta que aún vivimos por tu ausencia es suficiente.
quiero escribirte, digamos, como si estuvieras flotando fuera de un transbordador con dos herramientas en cada mano, llevando ese traje de astronauta copiado a Michelin o al hombre de marshmellow de los cazafantasmas, claramente con la confusión de cuál de los dos pedazos de metal intergalácticos arreglan el problema que tratas de recordar en qué página del manual salía explicado.
no quiero avanzar y que te quedes esperando el transantiago.
te voy a recordar, aunque deba crear una especie de frankenstein en base a mis hemisferios.
verás, he notado que la gente -por supuesto no toda- si te nombro es como si tu sólo nombre es capaz de evocar lluvia al interior de una habitación sin ventanas.
el tema les deprime, no saben qué decir, mejor no lo toquemos, ¿y cómo va la pega?
bueno.
cansa tener que preocuparse de no bajonear a los demás, sobre todo, si es uno el que abre un ojo en la mañana, ve la luz por el resquicio de la cortina y de inmediato piensa: no estás.
en fin.
atento al buzón que nos une.
te va la primera carta.
domingo, marzo 09, 2008
Misivas.
tu hermano.
tecleado por
Mat.
cerca de las
3:22 a.m.
Etiquetas: Memoria.Recobras.
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