sábado, marzo 29, 2008

22 de noviembre de 2007, Isla de Margarita, Estado Nueva Esparta, República Bolivariana de Venezuela, Territorio del Sur del mundo.

Nosotros, cineastas reunidos en el marco del
I FESTIVAL DE CINE DE LOS PUEBLOS DEL SUR
entre los días del 15 al 22 de de noviembre de 2007 convocado por la distribuidora cinematográfica del estado venezolano
AMAZONIA FILMS
ofrecemos la siguiente

Declaración de Margarita de cineastas de los Pueblos del Sur


Esta es una de las muy escasas oportunidades en que se celebra en territorios del Sur un encuentro de cineastas de nuestros pueblos. El ya dilatado proceso colonial, neocolonial e imperialista, que durante siglos han ejercido sobre nuestros pueblos algunas de las grandes potencias del Norte, nos ha convertido en países sumidos en la pobreza endémica por obra de la explotación más escandalosa de nuestros recursos naturales, en beneficio de corporaciones privadas trasnacionales.

La colonización de las conciencias de los Pueblos del Sur.

Pero no sólo eso: el neocolonialismo ha pretendido al mismo tiempo que nos saquea, imponernos sus modelos culturales, guiado por la directiva abyecta de que la colonización más efectiva es aquella que se cumple a nivel de la conciencia, pues busca que el colonizado en lugar de resistir a la imposición, se convierta en adherente de los modelos de vida y de cultura del colonizador. Para alcanzarlo, este último procura desprestigiar nuestras propias raíces e identidad cultural, mostrándonos constantemente bajo una luz negativa que trata de socavar nuestra autoestima, al tiempo que por oposición presenta las realidades de las naciones colonizadoras bajo una apariencia siempre rutilante, nimbada de perfección, prestigio y progreso, y digna de imitación. Esa perversa operación es cumplida no sólo a través de los miles de productos con los que invaden nuestros mercados, vampirizando y precarizando nuestras economías, a la vez que obstaculizan toda producción endógena que trate de hacernos más independientes, sino de manera particular por el abrumador y omnipresente sistema mediático a su servicio que han impuesto a en gran parte del mundo. Periódicos, agencias informativas, estaciones radiales y televisivas, pantallas cinematográficas, nos apabullan convenciéndonos de la excelencia de sus modelos y de la precariedad de los nuestros.

La colonización de los audiovisuales del Sur, y del mundo.

En cuanto a la actividad audiovisual encontramos la repetición del mismo diseño colonizador, por el trámite de la hegemonía de sus producciones sobre las pantallas del mundo, sea que se trate de las salas de cine, de las exhibiciones a través de la televisión, de la circulación de discos y hasta las cintas para el uso hogareño. De esa manera se verifica que sólo se ofrece a la mayor parte de la humanidad un solo modelo de film, una posibilidad única de narrativa cinematográfica, y paralelamente se excluye, en forma sistemática, toda alternativa audiovisual orgánica, que proceda de otras partes del mundo ¿Cuándo hemos podido ver en ninguno de nuestros pueblos, de manera constante, películas que procedan de África, de Asia, de América Latina, del mayor productor de cine del mundo, la India; incluso, cuándo –a no ser que se trate de especialistas y programaciones 'especiales'- hemos podido visionar de esa manera filmes procedentes de la misma Europa?
La imposición de un modelo único de cinematografía equivale a la imposición, también, de un modelo único de pensamiento: el de las oligarquías de los países neocolonizadores y especialmente, del imperialismo estadounidense. De esa manera y con el apoyo de bien conocidos recursos sicológicos, las 'majors' hollywoodenses y sus epígonos, con la complicidad de sus operadores locales, cumplen con el objetivo de convertir al colonizado en admirador del colonizador, pues aseguran la adicción del espectador tanto a sus relatos fílmicos, como la exclusión de otras alternativas cinematográficas.
Por esas consideraciones, nosotros, cineastas reunidos en el espacio de información y debate denominado 'Encuentros del Sur' en el seno de este I Festival, comprendemos que es requisito para constituir la resistencia indispensable al avasallamiento imperial de nuestras culturas, luchar porque se asegure la difusión de las obras cinematográficas y audiovisuales procedentes de todos los pueblos del mundo en las pantallas cinematográficas y televisivas de nuestros países, en el marco de los acuerdos establecidos por la Convención para la Promoción de la diversidad de las manifestaciones culturales de la UNESCO, que suscribieron todas las naciones del mundo, con la excepción de los EE.UU. e Israel.

Sobre el asunto central de la difusión de los mensajes audiovisuales de Sur

Nosotros, cineastas reunidos en el marco del I Festival del Cine de los Pueblos del Sur, hemos escuchado informes sobre la situación de la distribución y exhibición de las obras audiovisuales de algunos de los países asistentes, y hemos podido constatar avances en la democratización de esos aspectos, cumplidos a nivel de recientes legislaciones en la Argentina, en Brasil, en Puerto Rico y en Venezuela. Así mismo que esos adelantos han tratado de ser disminuidos por manipulaciones leguleyas y operativas, que aún sendo exitosas en algunas circunstancias, no han alcanzado sin embargo a revertir totalmente sus beneficios. Dejamos constancia, así mismo que hemos sido informados sobre las diversas iniciativas emprendidas en esta dirección por la Plataforma del Cine y del Audiovisual del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, de la República Bolivariana de Venezuela y que desde nuestra perspectiva configuran una respuesta efectiva y de avanzada –aunque no exhaustiva- para confrontar el gravísimo problema que hemos señalado. Nos referimos a la constitución de la Distribuidora de estado AMAZONIA FILMS, la misma que no por azar ha convocado este Encuentro de Margarita, la que está configurando un creciente fondo de películas procedentes de los pueblos del sur, y en general de todo el planeta, que ofrece y ofrecerá a través de una red de salas de la CINEMATECA NACIONAL DE VENEZUELA, que para finales del año 2008, abarcará la totalidad del territorio bolivariano, incluyendo sus más apartados rincones. Este programa que confirma que la democratización de la distribución y de la exhibición de los mensajes cinematográficos y audiovisuales tiene diversas vías para ser acometido, es y no puede ser de otra manera, un asunto de naturaleza política, y por lo tanto responsabilidad de los pueblos, de los gobiernos y de los Estados, y en ese sentido, a la vez que saludamos las iniciativas del gobierno bolivariano de Venezuela, exhortamos a los gobernantes y pueblos de nuestro Sur, a impulsar iniciativas que aseguren la efectiva democratización de tan importantes campos culturales.

La colonización audiovisual de los niños y jóvenes de los Pueblos del Sur

En esa perspectiva no es difícil comprender que buena parte del esfuerzo imperial y neocolonizador de las potencias del Norte, en particular de los gobernantes de los EE.UU. en su insistencia por establecer su modelo único audiovisual, se concentre en el sector de los niños y de los adolescentes. El entendimiento de que en esas edades se cumplen las modelizaciones éticas y conductuales del futuro adulto, en coincidencia con el objetivo que busca constituir los más amplios y permanentes sectores de aculturados en nuestras poblaciones, a la vez adictos a los cánones impuestos, explica estas estrategias. El dato estadístico de que más del 90% de la oferta audiovisual dirigida a nuestros niños y jóvenes procede de las productoras de Hollywood y de otras naciones del Norte, confirma palmariamente aquellos designios. Más todavía, como lo patentizan la mera observación, y –en un grado de convincente resolución científica- los estudios emprendidos por destacados investigadores de nuestros pueblos, algunos de los cuales hemos escuchado en estos 'Encuentros del Sur', se hace evidente la escalada de ese asedio, siempre en incremento, a partir de la utilización siempre actualizada de las tecnologías más invasoras -por su omnipresencia que abruma el ejercicio de la racionalidad, y por el automatismo que impone su mera utilización-: así en el internet, en los sistemas de televisión por cable por los cuales penetran los espacios televisivos nacionales, por los numerosos programas que colocan en las señales abiertas locales, y especialmente por los juegos y juguetes electrónicos plagados de temáticas que incitan al consumismo derrochador, a confrontaciones bélicas sangrientas y criminales, en que casi invariablemente el enemigo es representado por gentes de los pueblos del Sur- y últimamente, bien informados del consumo exponencial que niños y jóvenes hacen de esos aparatos, ya invaden las pequeñas pantallas de la telefonía celular.
No se trata de un asunto de menor cuantía sino por el contrario de un aspecto que afecta a la integridad misma de los pueblos, y a la soberanía de las naciones. Estados y gobiernos están en la obligación de conjurar tan severa amenaza que se cierne sobre nuestros niños y jóvenes, a través de la implementación y desarrollo de iniciativas eficaces. Una de ellos, y sobre la que nos permitimos hacer el mayor énfasis es el relativo a la capacitación crítica de nuestros jóvenes espectadores, mediante la inclusión en los currícula escolares y otras modalidades, de programas que los habiliten para decodificar los mensajes audiovisuales y poder ejercer su derecho a la libertad de elección.
Nosotros, cineastas procedentes de países del Sur, presentes en este Festival de Margarita, exhortamos igualmente a nuestros productores, a nuestros estados y gobernantes, en el marco de estas preocupaciones, a adelantar programas coherentes y sostenidos de realización, producción y adecuada distribución de productos cinematográficos y audiovisuales dirigidos a nuestros niños y jóvenes, para familiarizarlos y familiarizarnos con nuestras propias historias, con nuestras propias culturas e idiosincrasias.

Encuentro de cineastas del Sur por la cultura y los audiovisuales del Sur

Hemos hablado, nos hemos conocidos, hemos discutido una buena parte de nuestros problemas, y vislumbrado soluciones, dificultades y avatares; hemos visto, y con nosotros parte del pueblo margariteño, un número importante de obras cinematográficas y audiovisuales de nuestros hermanos cineastas del Sur; hemos constatado, más allá del deseo y de la necesidad, el hecho real de nuestra existencia, que nuestra entidad es expresión honesta y verídica de nuestros pueblos, que somos una parte activa, siempre en disposición creadora, de esta enorme Humanidad de que hacemos parte principalísima, que nuestras obras están llenas de verdad y potencia cultural, artística y vital. Que ninguna de estas experiencias y constataciones habría sido posible, en el marco mismo de nuestra territorialidad, de no mediar esta convocatoria del I Festival del Cine de los Pueblos del Sur, oportuna y generosamente propuesta y llevada a cabo por la distribuidora AMAZONIA FILMS del estado venezolano. En ese sentido declaramos nuestra voluntad de proseguir por esta senda que profundiza nuestra relación, nuestro mutuo conocimiento, a la búsqueda de escenarios de creciente fortaleza para los cines y las culturas del Sur.
Dejamos constancia que la descolonización de la conciencia de nuestros Pueblos del Sur, es tarea prioritaria para nuestras actividades cinematográficas y audiovisuales, como lo es también nuestro compromiso de solidaridad y apoyo, a las luchas por la Independencia y la Soberanía que libran nuestros pueblos hermanos, y queremos hacer llegar a ellos, en estas palabras finales de nuestra Declaración de Margarita, a semejanza de como lo hacemos en las imágenes que imprimimos y seguiremos imprimiendo en nuestras producciones, especialmente a quienes se encuentran en estos momentos en duros combates por salvaguardar sus vidas, su dignidad y sus soberanías nacionales ante invasiones genocidas de potencias extranjeras, nuestra palabra de aliento y de admiración en la convicción serena pero contundente, de la inevitabilidad de su triunfo –que también será nuestro- puesto que es ya otro paso en la avanzada por la eliminación de los colonialismos e imperialismos de la faz de la Tierra en la lucha por salvaguardar a la Humanidad.

Los cineastas del Sur asistentes al I Festival del Cine del Sur, el 22 de noviembre de 2007, Isla de Margarita, Estado Nueva Esparta, República Bolivariana de Venezuela, Territorio del Sur del mundo


Invitados Internacionales
Joao Luis Sol de Carvalho, director de O jardim do outro homem, Mozambique
Bashar Basim Daas, actor jordano de Driving to Zigzigland, Estados Unidos de Norteamérica
Nicolle Ballivián, directora palestina de Driving to Zigzigland, Estados Unidos de Norteamérica
Itshak Naftaly Grad, director de Foul gesrture, Israel
Liang Ying, director de Taking father home, República Popular de China
Shan Peng, productora de Taking father home, República Popular de China
Shu Hu, director de I want to dance, República Popular de China
Mes de Guzmán, director de The road to Kalimugtong, Filipinas
Noel Montano, productor de The road to Kalimugtong, Filipinas
Ivanga Leon Floren, director de L’ombre de Liberty, Gabón
Fanta Nacro, jurado, Burkina Faso
Matías Cornejo, guionista de Lo bueno de llorar, Chile
Sergio Candel, director de Dos miradas, España
Diego de la Texera, director de Meteoro, Brasil
Jorge Riobóo, director de El viaje de Said, Marruecos
Carlos Ríos, jurado, España
Hervé Fischer, autor del libro La decadencia del imperio hollywoodense, Francia
Lourdes Villagómez, conferencista, México

Invitados Nacionales
Eduardo Gasca, jurado
Alejandra Szeplaki, tallerista
Alejandro García Wiedemann, director
Haydée Pino, directora
William Sarquiz, director


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