viernes, diciembre 14, 2007

LA NOCHE ORIGINAL.

La familia Alonso está sentada a la mesa. La madre llega de la cocina con un delicioso pavo. Están celebrando el cumpleaños del padre, Don Miguel. En la fiesta están sus tres hijos: Juan, Pablo, Alex. Y dos mujeres: la mujer de Juan, Lucía, y la de Alex, Beatriz.

Afuera llueve del demonio. La luz de los relámpagos revienta en las ventanas. El fuerte viento sacude el ambiente. La familia Alonso celebra plácidamente sin prestar mayor atención a la condición del clima. Llevan una ligera y divertida conversación.

Cuando comienzan a comer, algo golpea violentamente la puerta. Todos se sorprenden. Beatriz se asusta y se arrima a su esposo.

-Voy a ver –dice Alex a la par que se levanta.

-Te acompaño –responde Juan.

Ambos caminan hacia la puerta. Por detrás de ellos, una rápida sombra pasa por las cortinas. Alex va adelante. Juan mira hacia la mesa. La familia mira expectante. Están intrigados.

-Espera –dice Juan.

-Qué.

-No vas a abrir sin nada en las manos, supongo.

Alex busca por la habitación. Detrás de un librero encuentra un palo de golf.

-¿Ahora sí?

Alex va a abrir la puerta, pero nota que la manilla está girando lentamente. Se da vuelta y le indica a Juan que se quede callado. Juan se queda quieto. Alex levanta con cautela el palo de golf. La manilla termina de girar. Pasan cuatro eternos segundos. Entonces la puerta se abre de golpe iluminando todo con fuerza junto con el poderoso viento de la tormenta.

La puerta se cierra de golpe. Todo queda tranquilo. Juan se levanta confundido. La corriente de aire lo había empujado hacia la muralla.

-¿Todo bien? –grita el padre.

-Sí responde Juan. Cae en la cuenta que Alex ha desaparecido. Corre hacia la puerta. La abre para encontrarse con el jardín de la casa.

-Se lo ha llevado... –susurra Juan.

Cierra la puerta. Junto a él está Beatriz.

-¿Dónde está Alex? –pregunta nerviosa.

Juan la mira. Ella ya sabe la respuesta.

-No sé.

En ese momento tocan a la puerta. Beatriz se sorprende. Juan la retira con el brazo instintivamente.

-Anda a la mesa.

Beatriz obedece. Juan se queda parado frente a la puerta y cierra los puños. Nuevamente tocan a la puerta. Un segundo. Dos segundos. Juan abre de golpe la puerta y se lanza contra el intruso. El hombre con un brazo empuja lejos a Juan hacia atrás.

-¿Cómo te atreves a tratarme así, Juan?

Juan mira al desconocido. Lleva un impermeable negro, el pelo canoso a los lados y una cicatriz le cruza el rostro.

-¿Alex? –pregunta Beatriz desde el comedor.

El hombre observa el interior de la casa.

-Increíble... –divaga-. Nada ha cambiado. Nunca me creerás lo que me ha ocurrido, Beatriz.

Ella corre a abrazar a Alex. Los demás, en silencio, retoman su lugar en la mesa esperando que Alex comience a contar su aventura. Ya nadie recuerda, por supuesto, que es el cumpleaños del padre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ich wünsche Dir nun noch nachträglich eine schönes neues Jahr und das es Dir gut geht.

Alles liebe!

Anónimo dijo...

Sorry!, por un error, que no merece la pena explicar, soy Mariana, no Anuska! Un abrazo Matías.