la carta que no pude leer...
Primo,
Hoy es el día de tu cumpleaños... hoy habrías cumplido 24 años...
Todavía muchos de nosotros no logramos aceptar tu partida, y con un gran dolor en el alma sé que debo dejarte partir, para que así puedas estar más tranquilo.
Fuiste y eres un gran hombre, un gran amigo, un gran hijo, hermano y primo.
Tu alegría llenaba todos los espacios de cualquier lugar, lamentablemente esos espacios nadie los va a poder llenar... están vacíos.
Como cada persona, eras único. Pero tu forma te hacía ser tan especial, para mí, para la familia y para todos los que realmente te conocieron.
Jamás pensé que un día como hoy, 8 de noviembre estaría en una iglesia deseandote un feliz cumpleaños. es más nunca imaginé que no podría abrazarte y decirte como siempre lo mucho que te quiero.
Desde donde estás... sé que está preocupado por muchas cosas que han pasado, que están pasando y que pasarán...
Pero no te preocupes que de todo esto algo aprenderemos.... Y como siempre lo dijimos, nuestra familia no se podrá separar nunca, porque el amor puro que tenemos es el único lazo existente para mantenernos unidos y en especial para intentar seguir.
Poder seguir viviendo... Con las mismas ganas que tú tenías de vivir...
Con las mismas ganas...
Te adoro y te extraño más que nunca...
¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS PRIMITO!!!!!
tu prima,
Iki.
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