domingo, enero 21, 2007

Si me preguntas.

Cómo te lo digo:
un taladro silencioso y eficaz
persiste en perforar mi pecho.

Y en el patio de mis ojos
se proyecta un documental
sobre tu vida.

Te lo digo:
duele tu ausencia.

Esa es la verdad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tendrás que cuidarte Matías, todavía es demasiado pronto, y estás en una mezcla de desolación e incredulidad, pero más adelante, te pasará factura, y deberás estar preparado. El tiempo es el mejor antídoto contra el dolor, aunque no se olvida, se adormece, como te decía alguien en un post, yo también creo, es un buen momento para desarrollar tú creatividad, aprovechálo. No sé si eres deportista, pero también es una buena opción, en el último caso, caminar, si es por el campo mejor, también es una buena terapia. Abrazo.

Dari dijo...

Soy yo, la desconocida que alguna vez hablaste por msn...
Poxa.. no sé qué decir. Quedé helada con tu experiencia. Realmente lo siento muchisimo por ti y tus padres. La pena se viene fuerte, en los momentos importantes, en las fiestas conmemorativas, etc. Lo importante es darse el tiempo de llorar no más, de sufrir y asumir la pérdida, y después, de seguir adelante con lo que queda.
Un buen amigo mio decidió desaparecer de la tierra el año pasado, un amigo de la infancia que pasó conmigo toda mi etapa de colegio en la básica y fue un gran apoyo en mi adolescencia. Nunca entendí porqué hizo lo que hizo, siempre me increpé a mi misma por no haber leído entre lineas, por no haber descubierto la tristeza que había dentro de él y ayudarlo. No hay vuelta atrás. Todos somos responsables, pero nadie es culpable. Me imagino que perder a un hermano debe ser aun más doloroso, pero es bueno que después del llanto, se traiga a la memoria los buenos momentos y quedarse con eso. La herencia es mucho más grande de lo que piensas.
Un abrazo inmenso y haré una oración por ustedes. Fuerza!!