jueves, diciembre 28, 2006

Ciudadano K.

Estaba apoyado en el marco de la ventana con los brazos cruzados. En los labios, un cigarrillo. Con calma observaba parte del patio del vecino y la vereda de la calle paralela a su pasaje. El viento acompañaba el silencio, pero de la oscuridad unas luces rojas surgieron de entre las ramas de los árboles: balizas policiales.

Para él entonces la noche dejó de ser tan tranquila.

Inclinó su cuerpo hacia atrás y caminó directo al escritorio para escribir sobre el momento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

... Y que dijo?