viernes, octubre 20, 2006

UFO.

El alienígena se miraba el segundo ombligo, preocupado, pero atento también a que sus compañeros alienígenas no lo notaran.
-¿Cómo llegó eso ahí? -se preguntaba. Una pantalla se encendió. En ella se veía al Presidente del Planeta Tierra. El Presidente estaba nervioso y sudaba a mares.
El alienígena alejó un instante la atención sobre su segundo ombligo, estiró un dedo extraterrestre y habló perfecto terrícola:
-¿Tienen lo que queremos?
-Es demasiado, necesitamos más tiempo -respondió un angustiado Presidente.
-Pues no lo tienen.
-¡Necesitamos más tiempo! -gritó en crisis de nervios el Presidente. Tomó un vaso, bebió lo que se supone era agua, hizo unos gestos a personas que estaban fuera de cuadro y miró directo a la cámara- Unas horas más.
El alienígena no estaba mirando el monitor, estaba examinando su segundo ombligo.
-¡Me está escuchando! -gritó el Presidente.
-¿Ah? -dijo el alienígena, un poco confundido.
-Le decía que necesito unas horas para juntar esa cantidad de dinero... ¡Además para qué quieren tanto dinero nuestro si no les sirve para nada en el Universo, no vale nada, cero!
El alienígena se acercó a la pantalla para mirar directo a los ojos al Presidente.
-Para qué queremos tanto dinero es nuestro problema. El suyo es recolectarlo antes de que haga estallar su planeta en miles de miles de pequeñitos pedacitos para poblar el "Universo" de meteoritos.
El Presidente guardó silencio.
El alienígena apagó el monitor y regresó a sus labores con el segundo ombligo.

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