domingo, octubre 08, 2006

Diga lo primero que se le venga a la mente.


Me han dicho que ya casi no escribo. Que tengo el blog más botado que mone'a de a peso (*chiste que salió al aire en la serie H&T, pero el cual fue escrito por mí, así que inquisidores y buscadores de plagios, tornen los ojos hacia otro lado, busquen otra víctima o culpable, otro hereje al que colgar y encender fuego).


Lo que ven más arriba no es foto-arte. No. Es una cortina translúcida que nos permite distinguir la figura imponente de uno de los tres perros que tiene mi hermano. ¿Nombre de la bestia aquella? Borodin, cazador y guardia aguerrido. Lo que no sabe el pobre perro es que es de la raza hogareña de los salchicha y aunque se pare en dos patas, sigue siendo más pequeño que aguinaldo navideño.

Este perro, este Borodin, según cuentan los libros especializados, en su cerebro, en su mente encajada en un cráneo del porte de mi mano empuñada, se percibe a sí mismo como un feroz caninus de 40 kgs. y es capaz de enfrentar un jabalí sin detenerse un instante a pensar que las lleva todas en contra: desde sus ínfimas patitas hasta sus afilados pero jíbaros dientes.

Ladra más que General en guerra, es flojo y las orejas se le despeinan, puesto que le crecen más largas de lo que debieran.

En fin.

Sólo rellenando.

Saludos al Espacio Exterior.

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