viernes, junio 16, 2006

Tomando el lápiz y dictando para dentro.

La semana pasada fue del infierno. Claro, no soy Ministro de Educación y no tuve revueltas escolares detonando a lo largo del país, pero yo no quise ser Ministro de Nada, así que mi semana del infierno se reduce a lo que hago yo como persona natural, independiente y honrada: escribir. Lo que no le resta méritos, cada quien se busca sus propios problemas acorde a las aspiraciones que tenga, si el Ministro quiso ser Ministro, pues que lo sea, pero nada de comparar semanas del infierno, porque, repito, cada quien sabe donde el zapato le queda mal y le aprieta y etcétera.

Casi no dormí. Y no me quejo, hay exploradores que se quedan atrapados en el Everest pasando frío y de frío no duermen y eso es terrible, aunque como el Ministro, si subieron el monte por algo será. Yo no dormí porque tenía una entrega, una entrega importante, mi trabajo llegará a millones, y suena megalómano, casi alejandromagniano, aunque es la verdad y la depurada verdad, el televisor ya es parte de la familia chilena, ¿o no?, se sientan a comer y dale con que están viendo la teleserie y después de la teleserie hay que ver las noticias y después de las noticias viene el estelar y luego del estelar no sé qué viene, pero algo viene, algo que mantiene la tele encendida.

Dormí poco. Dormir poco es para mí como el talón de Aquíles, sólo que Aquíles era taquilla y mataba gente y hablaba con dioses y yo no conozco dioses ni soy taquilla, sólo tengo talón. Se entiende que es una "debilidad", un punto preciso para derrotarme, el dormir poco me refiero, yo no ando como Aquíles taquillando mientras mato enemigos porque los dioses me andan diciendo cosas al oído.

Mi mujer me dijo que una cosa era quedarse tarde trabajando en el lugar físico de trabajo y otra es llegar del trabajo a trabajar a la casa, ¿para qué? ¿qué sentido tiene llegar tarde si no te acuestas de inmediato?, y me hizo pensar varias cosas, entre ellas, que me ama, me cuida, me recuerda que dormir poco no es saludable.

La semana pasada fue, día a día, un test de insomnio.

No lo recomiendo.

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