jueves, marzo 02, 2006

Terror de madrugada.

Anoche dormí pésimo. Tan mal, que incluso soñé con Piñera, político que en mi sueño -una pesadilla, la verdad- sufría de una crisis de pánico cuando Bachelet y otras mujeres le sacaban en cara que había perdido. Piñera se ponía paranoico, lloraba, exigía un secretario suyo por cada subsecretario del nuevo Gobierno para seguirles la pista. Realmente, no me dejó dormir Piñera. No sé qué asociación ilícita tendrá con mi Id, pero sea lo que sea, que no se repita hoy.

Si sueñas con Piñera, ten por seguro que no podrás dormir. Te vas a tener que tomar un migranol por la mañana y buscar la forma de quitarte el revoltijo que te deja en la guata. Me arruinó el sueño y el desayuno. No, miento: el desayuno me lo preparó M y estaba delicioso.

No tengo nada contra Piñera, sólo le pido que no se incluya más en el reino de mis sueños, que no están en venta como fundo sureño.

¿Pero cuánto podrá valer un sueño?
Si es una suma razonable... ¿ha de venderse?

Prefiero una noche tranquila.

1 comentario:

Cristián dijo...

No es mala la idea de vende los sueños, yo lo he pensado, por ejemplo, a una amiga, mira soñe contigo anoche, llevabas solo portaligas y te veías estupenda...te lo vendo.
Exito seguro, de ventas.
Hombresh naco.
o...mientras haciamos el amor pusiste la cara mas sensual he increible del mundo...te lo vendo!
(no todo es sexo..puedes vender de cualquier tipo)