jueves, julio 21, 2005

pSycO-FrEUd State.

El hombre está cómodamente recostado en el diván. Incluso aprovecha de sacarse los zapatos, tirándolos lejos. El psiquiatra parece alterado, pero no lo demuestra, sólo sonríe.
-Hoy viene muy seguro de sí mismo, señor ***.
-No entiendo por qué nos tenemos que tratar de "usted", llevo cinco años en terapia con usted.
-Oh, no es nada, señor ***, une pure formalité.
-Lo de no crear vínculos, okei, me parece, pero lo de "usted esto, usted esto otro, qué piensa usted, ¿usted cree?", ya me tiene aburrido. Ni siquiera sabe ni nombre.
-Cómo no, señor ***.
-¿Por qué me llama ***? No estoy ni cerca de llamarme ***. No me llame ***.
El psiquiatra encuentra entre las cosas de su escritorio su agenda. La abre y verifica la fecha con el calendario de VALIUM que cuelga detrás de la puerta.
-Toda la razón. Usted no es ***. ¡¿Quién se cree que es para criticar en nombre de otra persona mi trabajo y protocolos!? Le ruego salga de mi oficina.
-Pero...
-Señor, no discuta. Tome sus zapatos y váyase. Debería darle vergüenza.