martes, junio 21, 2005

S.D.A. o pérdida de la memoria (6ta parte)

Viene de S.D.A. o pérdida de la memoria (5ta parte) publicado en
www.tuerto.blogspot.com

“Último llamado, Lan Chile avisa la salida se su vuelo 435 con dirección a la ciudad de Stgo. de Chile a las 3:45, pasajeros, favor abordar en puerta 12, ¿Viajas solo? Escuché a mis espaldas mientras revisaba el número de vuelo entre mi boleto y una gigantesca pantalla llena de nerviosos números y nombres de países que cambiaban muy rápido, me volteo y veo un rostro que he visto antes, un rostro hermoso, ¿Viajas solo? Volvió a preguntar….”

Que si viajo solo. La miro, la recorro en silencio con la mirada, dónde he visto tus ojos, tu boca, tu rostro, dónde…

-Yo te conozco –digo sin apuro, escondiendo las palabras en el murmullo de gente. Ella, coqueta, entrecierra los ojos y ladea delicadamente la cabeza. Le divierte el ingenuo descaro que he tenido.

-¿Sí? –sonríe. Afirma su mentón con la mano izquierda, en el clásico movimiento de “deja que te examine”, y dando un paso atrás, me recorre ahora ella con la mirada.

El vuelo 435 con destino a la ciudad de…

-¿No es ese tu vuelo? –me pregunta mirando el tablero de Departures.

-No, mi vuelo es contigo –respondo certero-, ya ves, no viajo solo.

-Pues tu ticket dice 345 y el mío, 347, lo que quiere decir que viajamos juntos pero a distintas ciudades.

-Lo importante es viajar juntos –insisto. Ella deja de sonreír.

-Sí… eso es lo importante.

Sin aviso, se acerca y me abraza. El perfume, el calor de su cuerpo, dónde…

-No quiero más juegos –me susurra al oído-, ya es suficiente, necesito que esto sea real, que tú seas real, si separarse duele, que el dolor sea real, ¿me entiendes?

-Entiendo perfectamente… -pero no recuerdo su nombre. No recuerdo ningún instante, ningún lugar, ningún beso, no recuerdo dónde comenzó el amor que me transmite su abrazo tibio…

-Sabes que te amo –me respira al cuello las palabras-, y prometiste que, pasara lo que pasara, volverías…

He vuelto.

-¿Cómo dice? –me pregunta la enfermera.

Abro los ojos. Abro la mente. Busco con mi mano derecha el anillo. Despierta en mí un anhelo.

-He vuelto –le digo a la sexy enfermera trigueña-. He vuelto como se lo había prometido…

La enfermera me desordena el cabello. Soy un loco atractivo.

-A mi usted no me ha prometido nada –dice.

Le sonrío. Quiero contarle mi sueño.

-¡Hemos regresado, y por favor, no quiero más interrupciones, este paciente está severamente pésimo según la audiometría y creo que la hipnosis estaba ayudando!

Es el doctor Gonzáles seguido por la mole de Elmías. La enfermera se retira sin antes dar una mirada de asco a los recién llegados.

-Y bien… ¿cómo se siente? –me pregunta el doctor. Elmías echa un vistazo al culo de la enfermera. Cierra la puerta y en vez de ponerle llave, la tranca con su grotesca humanidad.

Me siento listo para escapar, pienso, se anuncia la última salida de mi vuelo. Lo primero es saber qué hacer con el doctor y su enfermero de la muerte.

Continúa en www.tuerto.blogspot.com

1 comentario:

Hunapú dijo...

Accion. Filmemola. Filmenla. El fondo negro ayudo a que me sintiera en ese cuarto oscuro maravilloso, pero al final, es como si me levantara al baño. Mierda. Seguiré esperando.