miércoles, mayo 18, 2005

FUERA DE FOCO: borrador indeleble. 2002 (4ª parte)

CORO SOLITARIO



Te digo, tú nunca me crees, aunque te lo repita mil veces, por qué, no entiendo por qué esa desconfianza, de qué podrías dudar, ¿de mi amor?, ¿de lo que realmente soy?, mujer, por favor, estoy aquí y no me pienso mover, tú me conoces, no me muevo, seré una momia entre tus cosas, si sales entonces yo voy en tu bolsillo, no te rías, te estás riendo, no puede ser, me has mentido todo el rato, no puedes jugarme estas bromas.

¿Aló? ¿Se encontrará el Piojo? Gracias... Piojo, qué cuentas... bien, bien, ella está bien... volviste donde tus viejos... qué desgracia... por ahí escuché algo de una pega... bueno, no queda más que seguir caminando... para eso te llamaba, ¿qué onda?...¿seguro?... no lo conozco... pero Piojo, por qué haces esas huevadas... la otra movida era mucho mejor...

No te muevas Natalia, tengo ganas de hablar.
Aunque vivamos en el culo de América, no significa que debamos pensar como unos buttheads, todo lo contrario, somos el último rincón descubierto en la historia, imagina eso, somos la humanidad más joven, la más fresca, el vigor de nuestra raza supera a los otros cansados Continentes, nosotros aún podemos ser algo, definirnos, desencajar la cultura, barajarla y repartirla de nuevo, todavía estamos despiertos, es ahora que debemos abrir la ventana, liberar el viciado aire, correr los riesgos que nadie se atrevió a correr, ser lo que siempre buscaron en estas tierras, el paraíso perdido.
La locura es un lujo que sólo la conciencia puede darse, te sigues riendo, cuidado que vas a botar el vino, ¿en qué iba? Ah sí, los genios necesitan ser locos, necesitan la locura para obsesionarse, indagar en los detalles del universo que los demás dejamos pasar, por eso el dicho “cada loco con su tema”, no me estás pescando, claro que no, yo te hablo de la razón ontológica de la insania mental y tú te burlas, me dejas como un idiota, pero sé que tú piensas lo mismo, porque tú crees que yo estoy loco...
Fui donde el Piojo, Natalia, no me pongas esa cara, lo sabías desde un principio, es absurdo que te parezca una debilidad, lo que pasa es que te da miedo que vaya donde el Piojo, no sé cuál es el problema, “un cigarrillo de marihuana” (como les llama Marlowe) es un pequeño y tiernucho tubito de buena onda...
Ven, durmamos, tengo ganas de verte por la mañana, Natalia, antes de abrir las cortinas...

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