Pero..., ¡oh fuerza de la necesidad y la costumbre!, transcurrido el primer momento de estupor y de silencio profundo, nos enjugamos con el pico de la servilleta la lágrima que temblaba suspendida en nuestros párpados y nos comimos el cadáver.
El Museo Universal
24 de diciembre, 1865
por Gustavo Adolfo Becquer
ResponderBorrari love Bécquer!
ResponderBorrartengo anotado varios de hacve harto tiempo, incluido el que escribiste abajo, jaja.
Aquí hay otro...
"Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿Por qué callé aquel día?
y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?"
Bacán, me hiciste buscarlos!
De Borges, sólo he leído El Aleph, así que me queda por aprender...
ho brother were are you?
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