Hablábamos sobre el mal estado de los cajones. M se detuvo, ese segundo que sabes habrá una revelación, me mira espantada, los ojos grandes, muy grandes y corre a la cocina lo más rápido que puede con sus pantuflas multicolor.
Llego a la cocina y la encuentro raspando un pan quemado. Sonrío. Le pregunto si el olor a quemado fue lo que le recordó dos panes a merced de la tostadora que había dejado. No, no fue eso, simplemente se me había olvidado, me dice mientras prueba uno de los panes quemados.
-Mmm... No está mal -dice ella-, incluso el pan quemado hace bien para la guata.
Y sigue raspando. Apoyado en el marco de la puerta entiendo algunas cosas de ella que la hacen entrañable. Me las guardo y le sonrío.
AMO!!!!!!!
ResponderBorrarDe olores y sensaciones...parte de la vida,parte del amor.
ResponderBorrarAl azar tambien llegue.
Un beso
Menta