Es como cuando te subes al taxi y el taxista te va preguntando por dónde irse, ¿me cachai?, es enfermante, ¡él es el taxista, él tiene que saber, si no mejor me pasa el auto y él se va atrás! Bueno, filo, la cosa es que fue así, con esa sensación, una cuestión incómoda aquí dentro de la guata, me estaba dejando y a la vez me preguntaba por qué me estaba dejando, ¡pero cómo lo iba a saber yo, ella se iba, ella ya no me quería, ella se llevó al gato, mis discos y el pack DVD de El Padrino! ¿Me cachai o te pido otro whisky?
Monólogos.
Ediciones SBF.
2006.
Mejor, un !Vega Sicilia!
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